ROMA, 4 de septiembre 2008 (BBC).- El obelisco de Axum, uno de los grandes tesoros de Etiopía, vuelve a levantarse en las ruinas de la antigua ciudad que le da nombre, luego haber sido devuelto por Italia en 2005.
El obelisco -de 24 metros de altura y 160 toneladas de piedra basáltica- fue cubierto con una bandera etíope gigante, que fue removida en la ceremonia de inauguración por el primer ministro, Meles Zenawi.
La ceremonia es el último gran evento del milenio etíope, el año 2.000, de acuerdo al calendario copto del país.
El monumento, con 1.700 años de antigüedad, pasó casi siete décadas en Roma después del saqueo en 1937 durante la conquista italiana de Etiopía.
Finalmente, en 2005, fue devuelto al país y dividido en tres secciones que fueron reensambladas.
Largo viaje
El monolito de Axum, considerado como uno de los principales tesoros religiosos de Etiopía, fue llevado a Roma en 1937 por las tropas italianas que invadieron ese país bajo las órdenes del líder fascista Benito Mussolini.
Durante más de 70 años permaneció en una plaza romana, pese a un acuerdo logrado en 1947 con Naciones Unidas para su retorno.
En el siglo III d.C, el filósofo persa Mani describió a Axum como uno de los cuatro reinos más importantes del mundo, al lado de Roma, China y Persia.
Demoras
Aunque el monolito fue eventualmente desmantelado en tres partes en 2004, las demoras de la devolución por parte de Italia continuaron.
La última ocurrió en 2005, cuando se suspendió la devolución por temores de que la pista aérea de Axum no resistiese el peso del avión de carga.
Las autoridades etíopes acusaron a las italianas de demorar el proceso, pero Roma alegaba que se trataba de un asunto muy costoso.
Lattanzi, la compañía italiana responsable del traslado, dijo en su momento, que el obelisco era el objeto más grande y pesado jamás transportado por vía aérea.
Regreso
Finalmente, la primera parte del monolito regresó a casa donde una multitud de dignatarios etíopes la recibieron.
El monumento estuvo en el suelo durante siglos cuando los italianos lo encontraron, y algunos arqueólogos argumentaron que debería ser colocado de nuevo en esa posición con el fin de evitarle daños a éste, a otras obras situadas en sus alrededores, o a las tumbas que pudieran hallarse bajo tierra.
Pero otros alegaron que los etíopes debían tener el derecho a verlo en su posición original.
El embajador etíope en el Reino Unido, Berhanu Kebede, declaró a la BBC que el obelisco ayudará a su país a "construir una nación más fuerte y más vibrante".
En palabras del diplomático, "hemos librado una batalla prolongada para recuperar un activo histórico, y esto es muy importante porque es una manifestación de quiénes somos y de lo que hicieron nuestros antepasados".
Según dijo, "el obelisco muestra el talento arquitectónico de nuestros antepasados y los arquitectos modernos se sienten fascinados por lo que los etíopes fueron capaces de hacer durante aquel período."