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sábado, 28 de diciembre de 2019

El "barco fantasma" con restos humanos que apareció en las costas de Japón



TOKIO, 28 diciembre 2019 (BBC).- El bote apareció este viernes en la isla Sado, al noroeste de la isla principal japonesa. Las autoridades no pudieron acceder hasta este sábado.

El bote, que presentaba graves daños. contenía letras coreanas pintadas en el costado.

La policía no pudo confirmar si las dos cabezas pertenecían a los cuerpos pero los medios japoneses dijeron que partes de los restos ya eran esqueletos.


Las embarcaciones que se cree vienen desde Corea del Norte son generalmente básicas (Reuters)

Por lo general se encuentran vacíos o conteniendo restos humanos. Durante el invierno, la exposición al frío y el hambre son las explicaciones más probables a las muertes de los tripulantes,

En incidentes previos se ha especulado con que la tripulación encontrada en estos "botes fantasmas" son desertores o espías del líder norcoreano Kim Jong-un.

Pero también se piensa que la pobreza podría estar forzando a los norcoreanos a pescar lejos de su país. En 2017, una tripulación fue descubierta viva a bordo de un barco a la deriva y pidió ser devuelta a Corea del Norte.

Las tensiones entre Japón y Corea del Norte, sin embargo, podrían conducir a que se desarrolle una investigación completa sobre la última embarcación encontrada.

Este viernes, el medio nacional japonés NHK reportó por accidente que Corea del Norte había lanzado un misil cuando esto fue un error. El medio pidió disculpas y dijo que la alerta era parte de un ejercicio de entrenamiento.

En noviembre, Corea del Norte amenazó a Japón con "misil balístico real" y llamó al primer ministro Shinzo Abe un "imbécil" y "enano político", acusándole de calificar erróneamente su última prueba armamentística.

viernes, 20 de septiembre de 2019

El día de la verdad del asalto al Área 51

NEVADA, 20 septiembre 2019 (El País).- Los entusiastas de los ovnis han empezado a concentrarse en una zona remota de Nevada (EE UU) en una especie de peregrinación a la instalación conocida como Área 51, donde creen que el Gobierno estadounidense esconde los secretos sobre la vida extraterrestre, lo que ha obligado a reforzar las medidas de seguridad en torno a la base militar. Este viernes es la fecha señalada para el llamado "asalto al Área 51", una convocatoria difundida por Facebook que empezó aparentemente como una broma, pero hizo que dos millones de personas dijeran que se iban a lanzar sobre la secretísima base militar donde, aseguran, el Gobierno esconde "la verdad" sobre las visitas de marcianos y otras vidas extraterrestres a la Tierra.

(Reforma)
Asalto al Área 51

La fuerte presencia policial y el dispositivo de seguridad militar montado a la entrada de las instalaciones ha disuadido a los concentrados en la zona (muchos menos de los que se esperaba inicialmente) siquiera de intentar la entrada a la carrera al Área 51. De momento. "La gente ha venido a divertirse", ha asegurado el sargento Orlando Guerra, de la División de Investigación del Separtamento de Seguridad Pública de Nevada. El Departamento de Defensa ha advertido a los asistentes de que se guarden mucho de intentar el asalto.

Los visitantes ya empezaron a llegar el jueves temprano a la pequeña ciudad desértica de Rachel, el núcleo habitado más cercano a la base militar, a unos 240 kilómetros al norte de Las Vegas, convocados a través de las redes sociales para "asaltar" el Área 51 este viernes, lo que ha generado preocupación a las autoridades locales. La aldea solo cuenta con 50 residentes y carece de tienda de comestibles o gasolinera.

Allí se ha organizado un auténtico espectáculo. Los visitantes han establecido un pequeño campamento junto al único negocio abierto al público, el motel y restaurante Little A'Le'Inn, de temática extraterrestre. Y han aparcado sus coches, caravanas y tiendas de campaña. Algunos turistas han colgado alienígenas inflables de sus caravanas.

Una pareja, Nicholas Bohen y Cayla McVey, ambos con tatuajes de ovnis, llegaron a la pequeña población desde el barrio de Fullerton, en Los Ángeles, con suficiente comida para aguantar una semana acampados. "Se ha convertido en una reunión pacífica, un intercambio de historias de vida", aseguraron a Reuters. "Creo que se va a formar un grupo de personas que están preparadas, son respetuosas y saben en lo que se están metiendo".

La música estaba programada para comenzar el jueves por la noche y continuar durante dos días, pero no está claro si los participantes en la acampada acabarán emprendiendo una caminata masiva al Área 51.

La base militar estuvo envuelta en secretismo durante décadas, lo que avivó la teoría conspirativa de que albergaba los restos de un platillo volante y los cuerpos de su tripulación alienígena, víctimas del choque de un vuelo no identificado en Roswell, Nuevo México, en 1947. El Gobierno de Estados Unidos no confirmó la existencia de la base hasta 2013, cuando se publicaron archivos de la CIA que decían que la base se utilizó para probar aviones espía.

Rachel y sus alrededores, sin embargo, han optado por la vertiente turística. Una carretera de 158 kilómetros a través del área ha sido bautizada como la carretera extraterrestre, por ser un supuesto semillero de avistamientos de ovnis.

En junio, el estudiante universitario de California, Matty Roberts, publicó una graciosa invitación en Facebook exhortando al público a recorrer el Área 51 a pie para "ver extraterrestres". Cuando más de un millón de personas expresaron interés, la Fuerza Aérea de Estados Unidos advirtió de que no se traspasaran los límites de la base donde aún se prueban aviones de combate y se entrena el personal.

Roberts se asoció posteriormente con Connie West, copropietaria de Little A'Le'Inn, para organizar un festival de música en Rachel llamado Alienstock. A principios de septiembre, sin embargo, Roberts se desvinculó del proyecto, diciendo que estaba mal organizado y que podía generar problemas de seguridad, en cambio, ayudó a organizar una alternativa, celebrada en la noche del jueves en Las Vegas. West dijo que el evento en Rachel continuaría según lo planeado.

Area 51 Basecamp (asalto al campamento base Área 51) en una tienda de regalos llamada Alien Centro de Investigación. Los organizadores prometieron músicos, artistas y "prominentes ufólogos", y para el jueves habían vendido 3.200 boletos, según Linda Looney, el gerente de la tienda.

"Todo esto ha sido un shock para esta pequeña comunidad", dijo, agregando que los organizadores habían contratado a 15 vigilantes de seguridad y una ambulancia y 80 baños portátiles. "Va a ser realmente genial. Estoy emocionada". La afluencia de cazadores alienígenas provocó que el condado de Lincoln, donde se ubican Rachel e Hiko, estableciera una declaración de emergencia que podría ser utilizada para pedir ayuda del Estado.

Las autoridades instaron a todos a traer abundantes suministros de comida, agua y combustible. Cinco patrullas del sheriff fueron desplegadas el jueves en los accesos al Área 51, donde un puñado de personas había acudido a tomar fotos. A pesar de un ambiente festivo y pacífico en la ciudad, la web oficial de Rachel no resultaba muy acogedora. "Si todavía hay algún evento, será un asunto bastante triste, sin bandas, sin comida, muy poca infraestructura y muchos infelices campistas ", decía.

martes, 6 de agosto de 2019

La extraordinaria historia del resort turístico manejado por espías de Israel



TEL AVIV, 6 agosto 2019 (BBC).- Arous era, en apariencia, un complejo turístico idílico en el desierto de Sudán, a orillas del Mar Rojo. Pero, en realidad, este sofisticado destino vacacional era la base de un grupo de espías israelíes con una misión secreta. El lugar inspiró una nueva película de Netflix, Red Sea Diving Resort, y la historia real es en muchos aspectos aún más notable.

"Arous en el Mar Rojo, un maravilloso mundo aparte", decía el folleto, que describía el lugar como "el centro de buceo y recreación de Sudán".

Con fotos de coloridos chalets sobre una playa soleada, una pareja sonriente con equipos de buceo y una variedad de peces exóticos, el anuncio ofrecía playas con "unas de las aguas más cristalinas del mundo", y vistas espectaculares.

El pueblo de Arous, cerca de un maravilloso arrecife de coral y uno que otro barco hundido, parecía ser el sueño de todo entusiasta del buceo.

Miles de folletos fueron distribuidos por agencias especializadas en toda Europa. Una oficina en Ginebra, Suiza, se encargaba de las reservas. Y, con el tiempo, cientos de visitantes eligieron este sitio como lugar de vacaciones.

Llegar requería una larga caminata. Pero una vez allí, podían disfrutar de las instalaciones de lujo, deportes acuáticos, buceo y una gran abundancia de comida fresca y vino.

Los comentarios en el libro de visitas eran muy positivos.

El folleto se parece al de cualquier otro de promoción turística.


Farsa

La Corporación de Turismo Internacional sudanesa también estaba contenta. Le había alquilado el lugar a un grupo de personas que se presentaron como emprendedores europeos, cuyo proyecto trajo algunos de los primeros turistas extranjeros al país.

La realidad era que, sin que lo supieran ni los turistas ni las autoridades, el resort del Mar Rojo era una farsa.

Era una fachada, establecida y controlada durante más de cuatro años a comienzo de la década de 1980 por agentes del Mossad, el servicio de inteligencia israelí.

La usaban para esconder una misión humanitaria extraordinaria: rescatar a miles de judíos etíopes varados en campos de refugiados en Sudán y evacuarlos a Israel.

Sudán era un país árabe enemigo y, por ello, esta misión tenía que llevarse a cabo sin que nadie se diese cuenta ni allí ni en ninguna otra parte.

"Era un secreto de estado, nadie hablaba sobre ello", dice Gad Shimron, uno de los agentes que trabajaba en el complejo turístico.

"Ni siquiera lo sabía mi familia".

Shimron dice que ni siquiera su familia sabía sobre la verdadera función del complejo turístico en Arous.


Situación difícil

Los judíos etíopes pertenecen a una comunidad llamada Beta Israel (Casa de Israel), cuyo origen está rodeado de misterio.

Algunos creen que descienden de una de las llamadas 10 tribus perdidas del antiguo reino de Israel o de los israelitas que acompañaron a un hijo de la reina de Saba y el rey Salomón de regreso a Etiopía en el año 950 a.C. Otros dicen que huyeron después de la destrucción del primer Templo Judío en 586 a.C.

Estos seguidores de la Torá, practicaban una versión bíblica del judaísmo y rezaban en sinagogas. Pero, aislados del resto de los judíos por milenios, pensaron que eran los únicos judíos que quedaban en el mundo.

En 1977, uno de los miembros de esta comunidad, Ferede Aklum, se unió a una oleada de refugiados etíopes no judíos que cruzaron la frontera hacia Sudan para escapar de la guerra civil y la crisis de hambre que sufría el país.

Ferede Aklum (izquierda) y Baruch Tegegne, líder etíope judío.


Aklum envió cartas a distintas agencias pidiendo ayuda y una de las misivas fue a parar al Mossad.

Para el entonces primer ministro israelí, Menachem Begin —quien fue él mismo un refugiado de la Europa ocupada por los nazis— Israel era un refugio para los judíos en peligro. Los judíos etíopes no eran una excepción y Begin le dio instrucciones a la agencia de inteligencia para que se hiciera cargo del asunto.

Después de entrar en contacto con un agente del Mossad, Aklum pasó el mensaje a su comunidad, explicándoles que tenían más posibilidades de llegar a Jerusalén a través de Sudán que desde Etiopía, que había impuesto severas restricciones a la emigración.

Esto les daba la tentadora oportunidad de cumplir con un sueño de 2.700 años. Y, en el período que siguió, unos 14.000 judíos etíopes hicieron el peligroso viaje de 800 kilómetros a pie, junto con más de un millón de otros emigrantes etíopes que buscaban refugio cruzando al otro lado de la frontera con Sudán.
Esta foto de 1983 muestra una familia etíope judía en Sudán.



A cerca de 1.500 refugiados judíos los mataron en el camino, otros perecieron en los precarios campamentos cerca de Gedaref y Kassala y otros fueron secuestrados.

Como no había judíos en Sudán, un país de mayoría musulmana, les dijeron que no revelasen su religión para no destacarse entre la multitud y para que no los atrapase la policía secreta de Sudán.

Misión de rescate

Casi inmediatamente, comenzaron las actividades a pequeña escala para sacar a los judíos etíopes de Sudán rumbo a Europa (con papeles falsos) y de allí a Israel.

Pero la costa sudanesa ofrecía la posibilidad de realizar operativos a mayor escala.

"Le pedimos ayuda a la marina israelí", le dice a la BBC un agente de alto nivel que estuvo involucrado en la misión, pero que prefirió mantener su nombre en el anonimato.

"Nos dijeron: 'Está bien', así que un par de agentes del Mossad fueron a Sudán para buscar playas donde fuera posible un desembarco. Y así encontraron este pueblo en la costa, en el medio de la nada".

"Para nosotros fue un regalo del cielo. Si podíamos quedarnos con este lugar y arreglarlo, podríamos decir que era un pueblo para hacer buceo y eso nos daría una buena razón para estar en Sudán y, además, para merodear por la playa".

Lo que pasó a continuación es el tema de una película de Hollywood que se estrenará pronto llamada "Red Sea Diving Resort", que cuenta la historia del operativo.



Lugar perfecto

Finalizado en 1972 por empresarios italianos, el complejo turístico consistía en 15 bungalós, una cocina, un gran comedor que daba a la playa, una laguna y el mar.

Pero, como no tenía electricidad ni agua, el proyecto quedó a medio camino y nunca se inauguró.

"Es un lugar muy difícil si no tienes el apoyo del Mossad", dice un espía que no quiso dar su nombre.

Con pasaportes falsos, un grupo de espías que se hicieron pasar como empleados de una empresa suiza fueron a Sudán, convencieron a las autoridades de las ventajas de su propuesta y alquilaron el resort por 3 años a cambio de US$225.000.



Complejo falso

Pasaron el primer año renovando el sitio y consiguieron agua y combustible.

El complejo fue equipado con elementos y dispositivos hechos en Israel, incluyendo aire acondicionados, motores para lanchas y equipos para hacer deporte de primera calidad. Todos estos aparatos fueron ingresados al país de contrabando.

"Trajimos el surf a vela a Sudán" dice Gad Shimron con una sonrisa. "Trajimos la primera tabla, y como yo sabía surfear, les enseñaba a los visitantes. Otros agentes del Mossad también se hacían pasar por instructores de buceo profesionales".

También reclutaron a 15 empleados locales, contando camareras, choferes y hasta se robaron a un chef de un hotel.

Shimron cuenta que ni siquiera los propios etíopes judíos sabían del operativo. A ellos les decían que eran mercenarios.


"Le pagamos el doble", le dice a la BBC un espía.

Ningún empleado sabía el verdadero propósito del resort o que sus jefes eran espías del servicio de inteligencia israelí.

Las espías mujeres estaban a cargo de las actividades diarias, para no despertar sospechas.

El depósito de los equipos de buceo estaba bajo llave, fuera del alcance de los demás. Allí estaban escondidas las radios que los espías usaban para contactar regularmente con el cuartel central en Tel Aviv.

Tras atender a los turistas durante el día, los agentes se escapaban luego por la noche a un punto de encuentro ubicado 10 kilómetros al sur de Gedaref.

"Le decíamos al personal que nos íbamos a Jartum por unos días o que nos íbamos a encontrar con unas enfermeras suecas del hospital en Kassala", dice Shimron.

Allí recogían a grupos de etíopes judíos traídos de contrabando desde los campos de refugiados por un grupo de la misma comunidad reclutado para ese trabajo.

"A los refugiados no les dábamos aviso, para no poner el operativo en riesgo", cuenta Shimron. "Ni siquiera sabían que éramos israelíes. Les decíamos que éramos mercenarios".

Los etíopes judíos eran llevados a una playa en un bote de goma durante una hora y media, y allí cambiaban a un barco para hacer la travesía a Israel.


Desde el punto de recogida, llevaban a los atónitos refugiados en un viaje de dos días (800 kilómetros), evitando puestos de control o pagando sobornos, rumbo a Israel.

Al llegar a la playa, al norte del complejo turístico, la marina y los equipos de aire y tierra israelíes llegaban en botes de goma y se los llevaban a una hora y media de allí, para esperar al barco que los llevara a la Tierra Prometida.

"Todo el tiempo había peligro", recuerda un agente que prefiere mantenerse en el anonimato. "Todos sabíamos que si uno de nosotros quedaba expuesto, acabaríamos ahorcados en el centro de Jartum".

Eso casi ocurrió en marzo de 1982, cuando uno de estos operativos fue visto en la playa por un grupo de soldados sudaneses.

Estos pensaron que eran contrabandistas e hicieron disparos de advertencia, pero el bote de goma cargado de etíopes logró huir a tiempo.

Después de dicho incidente, se decidió que las evacuaciones los dejaban muy expuestos y se diseñó un nuevo plan.

Se les pidió a los espías que buscaran un sitio para aterrizar en el desierto aviones Hercules C130.

El plan consistía en sacar a los refugiados de forma secreta por aire.

El viaje final lo hacían en barco.


Reputación de oro

Mientras tanto, los israelíes continuaban manejando el complejo turístico y entreteniendo a los visitantes. Para entonces, el resort de Arous ya había ganado muy buena reputación.

Entre su variada clientela había unidades del ejército egipcio, soldados británicos, diplomáticos extranjeros de Jartum y funcionarios sudaneses. Todos ignoraban la verdadera identidad de sus anfitriones.

El complejo de Arous se volvió tan exitoso que se hizo económicamente autosuficiente, para alivio de los contadores del Mossad.

Parte de las ganancias se utilizaba para alquilar los camiones que se llevaban a los refugiados.

Jonás dentro de la ballena

Mientras, se llevaban a cabo las transferencias en avión, Shimron y su equipo se enteraron de que había una pista británica abandonada después de la II Guerra Mundial cerca de la costa y, una noche de mayo de 1982, aterrizó allí el primer Hércules con un pelotón israelí.

Años más tarde, uno de los 130 etíopes rescatados en ese vuelo le dijo a Shimron: "No tienes idea lo que significó para mi viajar en un avión, cruzando el desierto sudanés en medio de la noche".

"Nunca antes en mi vida había visto un avión. Me sentía como el profeta Jonás dentro del estómago de la ballena y, de repente, tres horas más tarde, estaba en Israel".

Un avión Hércules israelí.


Después de dos vuelos, el Mossad descubrió que las autoridades de Sudán sospechaban algo (el agente que me lo contó está convencido de que fue un beduino el que fue con el cuento), y el equipo recibió órdenes de buscar otro sitio de aterrizaje.

Encontraron un lugar adecuado mucho más cerca de Gedaref, que resultaba más ventajoso porque reducía el viaje con los refugiados a un par de horas.

El problema era que no era una pista, sino "solo un pedazo de desierto", explica uno de los espías.

Tenían muy poca luz y los aviones tenían que recurrir a muchos dispositivos de ayuda para encontrar las "pistas", después de un largo y tedioso vuelo en la oscuridad.

A pesar de las complejidades y las potenciales consecuencias catastróficas, se hicieron 17 vuelos clandestinos con ayuda y coordinación del complejo del Mar Rojo, a unos 600 kilómetros de distancia.

Hacia finales de 1984, se declaró hambruna en Sudán y se decidió escalar las evacuaciones.

Con intervención de Estados Unidos y el pago de una gran suma de dinero, el general Jaafar Nimeiri acordó dejar que los refugiados judíos volaran directamente de Jartum a Europa.

Lo hizo con la condición de que todo se mantuviera en secreto, para evitar repercusiones en el resto del mundo árabe.

Mediante 28 vuelos encubiertos en varios Boeing 707 prestados por el dueño judío de una aerolínea belga, 6.380 etíopes judíos fueron trasladados a Bruselas y de allí, a Israel.

Este rescate llevó el nombre de Operación Moisés.

En este Being 707 cientos de etíopes viajaron a Israel.


La información se censuró pero, al final, hubo "una filtración a la prensa por parte de alguien de la Agencia Judía (una organización no gubernamental israelí)", explicó uno de los espías.

La historia se escapa de las manos

Periódicos alrededor del mundo publicaron la historia el 5 de enero de 1985 y Sudán terminó inmediatamente los vuelos.

Públicamente negó haber participado en los operativos y desestimó las acusaciones de que había gestado con Israel un "plan etíope-sionista".

El Mossad continuó manejando el complejo de veraneo para mantenerlo disponible como una opción para operaciones encubiertas.

A pesar de la pausa en los operativos de rescate, los espías tenían que seguir atendiendo a los visitantes y Shimron organizó allí un par de veces las fiestas de Navidad y Año Nuevo.

Afuera, el ambiente había empezado a cambiar. "Desde enero de 1985 podía sentir que se venía un golpe de Estado", explica Shimron.

No tomó demasiado tiempo.

Cuando el general Nimeiri fue derrocado por un golpe de Estado, el operativo entró en peligro.


El 6 de abril de 1985, el general Nimeiri fue derrocado por oficiales del ejército. Fue un cambio que puso en peligro los operativos en Arous.

La nueva junta militar quiso deshacerse de los espías de la agencia israelí, reales o imaginarios, para reivindicar sus credenciales en el mundo árabe.

El jefe del servicio de inteligencia israelí dio la orden de evacuar el complejo turístico. Lo hicieron, sigilosamente, al día siguiente.

"Seis de nosotros dejamos el sitio al amanecer en dos vehículos", dice uno de los espías que no quiso ser identificado.

"Un C130 aterrizó por el norte, en una pista que no habíamos usado nunca. Nos subimos al avión y nos volvimos a casa".

"En el complejo solo quedaron turistas", dice. "Se habrán despertado por la mañana y se habrán encontrado solos en el desierto. Los empleados seguían allí, pero nadie más (el instructor de buceo, la manager y todos los demás desaparecieron).

Tras la partida de los espías, el complejo se cerró.

Para los 492 etíopes judíos varados tras el abrupto final de la Operación Moisés, se hizo un nuevo vuelo dos meses más tarde organizado por el entonces vicepresidente de Estados Unidos George Bush, y un Hércules estadounidense se los llevó a Israel.

En los 5 años siguientes, se hicieron más operativos que se llevaron a casi 18.000 etíopes al estado de Israel para que pudieran comenzar una nueva vida.

Shimron no se siente un héroe. Los héroes fueron los etíopes judíos, dice.


Ferede Aklum era uno de ellos.

"Los etíopes judíos son los verdaderos héroes en esta historia", dice Shimron mientras bebe un sorbo de té en un café de Tel Aviv. "No los pilotos, no los espías del Mossad".

"Pienso en lo que vivieron. Horrores que una persona común no podría tolerar ni siquiera un día".

"Nosotros solo hicimos nuestro trabajo".

Fotos retomadas de BBC

martes, 16 de julio de 2019

Iniciativa para "para tomar por asalto" la misteriosa base militar Área 5

NEVADA. 16 julio 2019 (BBC).- Más de 1,3 millones de personas han respondido favorablemente a una arriesgada iniciativa que está siendo impulsada a través de Facebook: "tomar por asalto" el Área 51, una misteriosa base militar estadounidense ubicada en el desierto de Nevada.

La propuesta aboga por intentar ingresar con una multitud en estas instalaciones, donde los fanáticos de la vida extraterrestre creen que las autoridades mantienen confinados a los seres de otros planetas que han visitado la Tierra, así como sus "platillos voladores".


El llamado Centro de Investigación de Alienígenas es una tienda de souvenires situada en el extremo sur de la carretera.

La acción fue fijada por los convocantes para el próximo 20 de septiembre a las 3 de la mañana.

"Todos nos encontraremos en el centro turístico del Área 51 y coordinaremos nuestra entrada. Si corremos como Naruto (un personaje de series japonesas que corre muy deprisa), podemos movernos más rápido que sus balas. Vamos a ver a los extraterrestres"



La convocatoria ha generado también un sinnúmero de memes y de comentarios. Una gran cantidad de estos son mensajes jocosos, mientras otros se toman la convocatoria más en serio y optan por advertir sobre los riesgos evidentes de intentar entrar por la fuerza en una base militar.

"A todos ustedes les van a disparar. No está bien violar la ley. Actúa como un delincuente y serás tratado como tal. ¿No hay algo más importante en tu vida en lo que puedas enfocar tu energía?", comentó una usuaria de Facebook.

Rachel, un pequeño pueblo cercano al Área 51, está lleno de referencias a la visa extraterrestre.


"El Día D: 20 personas estarán allí y todas irán presas. Fin de la historia", dijo otro.

Un portavoz de la Fuerza Aérea de EE.UU. contestó a la iniciativa asegurando al diario Washington Post que el Área 51 es una zona de entrenamiento militar de EE.UU. y por lo tanto no es recomendable que nadie se acerque a ella.

¿Qué se sabe en realidad del Área 51?

Aunque hasta pocos años ni siquiera aparecía en los mapas oficiales, este sitio estaba firmemente anclado en la mente de quienes creen en la vida extraterrestre. ¿La razón? En los alrededores del Área 51 se han producido numerosos avistamientos de objetos voladores no identificados (ovnis).

Conscientes de que se trata de un potencial atractivo turístico, en 1996 las autoridades de la zona rebautizaron la cercana ruta estatal 375 como "La carretera de los extraterrestres".

El Little A'Le'Inn es un bar, restaurante y motel que lleva décadas recibiendo a turistas llegados de todas partes.


Según los responsables de turismo de Nevada, en ningún otro sitio de EE.UU. se producen anualmente más avistamientos de ovnis que en esta vía de unos 160 kilómetros, situada en las cercanías del Área 51 y que está a unas dos horas y media al norte de Las Vegas.

Para decepción de algunos, en 2013 la CIA admitió oficialmente la existencia del Área 51 pero dijo que se trata de una base aérea militar que fue utilizada durante la Guerra Fría para realizar pruebas secretas de los aviones espía U-2.

En unos documentos obtenidos por la Universidad George Washington se afirmaba que el sitio fue creado por una orden del entonces presidente Dwight Eisenhower a mediados de la década de 1950.

Aunque la existencia de la base no era un secreto, el hecho de que el gobierno no la reconociera dio lugar a diversas teorías de conspiración a lo largo de los años.


Imagen satelital muestra el Área 51.



Aeronaves

La presencia de la base militar y las aeronaves que operan desde allí son la explicación más plausible de los numerosos avistamientos de ovnis que se producen en esta zona del desierto de Nevada y en "La carretera de los extraterrestres".

Pese a ello, algunos siguen creyendo que en realidad se trata de un centro de investigación de alienígenas, al que habrían sido llevados los restos de una supuesta nave espacial que habría sido hallada en 1947 cerca de la localidad de Roswell, en Nuevo México.

Los peligros de intentar acercarse a esta instalación militar son numerosos, como se advierte en los carteles colocados cerca en las entradas de la misma.

Varios carteles advierten de la prohibición de adentrarse en la instalación militar.


"Advertencia: instalación militar. Prohibida la entrada a personal no autorizado. Pena de hasta un año de cárcel y multa de US$5.000", se lee en uno de accesos a la base, que se encuentra oculta tras las montañas y situada junto al lecho del antiguo lago de Groom.

"Tomar fotos de esta área está prohibido", dice otro cartel junto a una barrera flanqueada por varios postes sobre los que hay colocadas cámaras de seguridad.

El peligro de no respetar estas advertencias lo conocieron bien los integrantes de un equipo de la BBC que en 2012 se adentraron unos metros en la base y acabaron tumbados en el suelo boca abajo, con varios soldados apuntándoles con sus armas.

Ver otras notas relacionadas al Área 51 publicadas en Wicked Magazine

Fotos tomadas de BBC

lunes, 30 de octubre de 2017

“Hitler todavía está vivo”: el extraño archivo desclasificado de la CIA

MÉXICO, 30 octubre 2017 (Infobae).- En 1955 el agente de la CIA en Caracas, David Brixnor, reportó a Washington que el Führer no había muerto y se encontraba, presuntamente, en Colombia. La información nunca pudo ser confirmada por las autoridades estadounidenses.

El pasado jueves 26 de octubre el Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, autorizó la desclasificación de miles de documentos sobre el asesinato del ex jefe de Estado norteamericano, John F. Kennedy. Con el correr de los días, se conocieron algunos de los contenidos más reveladores.

Uno de esos archivos aportaba una inquietante e inverosímil información que nunca se pudo confirmar.

“Adolf Hitler está todavía vivo”. Ese fue el mensaje enviado a Washington el 3 de octubre de 1955 por el agente de la CIA en Caracas, David Brixnor.

En su documento, Brixnor señala que un agente estadounidense recibió información sobre la presunta presencia de Hitler en Colombia. Allí, según esa fuente, habría cambiado su nombre a Adolf Schrittelmayor.

Fotografía de Adolf Shrittelmayor (1955) 
El agente que recibió la información fue identificado con un nombre clave: “Cimelody-3”. Este aseguró que Phillip Citroen, un ex soldado de la SS nazi, fue quien le reveló el presunto paradero de Hitler.

“Phillip Citroen […] dijo confidencialmente que Adolf Hitler todavía está vivo”, apunta el archivo de tres páginas.

“Citroen comentó que, como ya habían pasado 10 años desde el final de la Segunda Guerra Mundial, los Aliados ya no podían enjuiciar a Hitler como criminal de guerra”, agregó Brixnor en su informe.

“Obviamente, ‘Cimelody-3’ no está en ninguna posición para hacer comentarios”, aclaró.

No obstante, esa información nunca pudo ser confirmada por las autoridades norteamericanas.

Mensaje del agente de la CIA en Caracas, David Brixnor.  3 Octubre 1955 Página 1 de 2

Mensaje del agente de la CIA en Caracas, David Brixnor.  3 Octubre 1955 Página 2 de 2

viernes, 27 de octubre de 2017

Tres presidentes de México fueron agentes de la CIA

MÉXICO, 27 octubre 2017 (El Financiero/Riva Palacio).- Entre los más de 30 mil documentos sobre el asesinato de John F. Kennedy el 22 de noviembre de 1963 –este jueves se dio a conocer poco menos del uno por ciento–, hay decenas que se refieren a la visita que realizó a la Ciudad de México Lee Harvey Oswald, oficialmente el asesino solitario del presidente, del 27 de septiembre al 3 de octubre de ese año, donde contactó a la Embajada de la Unión Soviética (hoy Rusia) y al Consulado Cubano. 


Discurso del presidente Adolfo López Mateos dando la bienvenida a México al presidente de EUA, John F. Kennedy
( 29 de junio de 1962) / AGN

De los cubanos buscaba una visa; en la soviética habló con Valeriy Kostikov, de quien los servicios de inteligencia estadounidenses sospechaban que pertenecía al Departamento 13 de la KGB, encargado de asesinatos y sabotaje. La CIA vigilaba a Oswald por sus vinculaciones con Moscú, y buscó asociar el asesinato de Kennedy a un complot organizado por Fidel Castro. El entonces embajador de Estados Unidos en México, Thomas Mann, muy cercano a la CIA, sospechaba que el complot para asesinar a Kennedy se había armado en la capital mexicana.

Los detalles de los días de Oswald en México son altamente explosivos, dijo el juez John Tunheim, quien encabezó hace 20 años un comité investigador independiente que examinó los documentos aún secretos sobre el asesinato y que, por petición del Departamento de Estado y la CIA, decidieron no divulgarlos por el impacto que habría tenido en México. Tunheim dijo que haber dado a conocer cuánta información compartía con la CIA, habría hecho caer en su momento al gobierno mexicano. El juez se quedó corto.

La divulgación de esos documentos posiblemente cambiaría la historia de México, al conocerse de manera oficial el nivel de subordinación del presidente Adolfo López Mateos al legendario jefe de la CIA en México, Winston Scott, quien lo reclutó como un activo de la agencia, como lo hizo con los presidentes Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría. No sólo se podría haber desplomado el gobierno mexicano, sino López Mateos podría haber sido destituido por el único delito por el cual se le puede juzgar: traición a la patria.


Presidente Gustavo Díaz Ordaz y Lyndon B Johnson, presidente de EUA en almuerzo en Los Pinos, México
(15 de abril de 1966) / AGN

En aquellos años, México fue uno de los grandes campos de batalla de la Guerra Fría. El gobierno de Estados Unidos luchaba contra la expansión soviética en América Latina, y con el aval del gobierno de c y su total cooperación, combatían al comunismo. Cuando asesinaron a Kennedy, la Embajada de Estados Unidos en México era un centro de conspiración. Mann había trabajado como diplomático y subsecretario de Estado junto a la CIA, para derrocar al presidente de Guatemala, Jacobo Árbenz, en 1954. Cuando después del fiasco de Bahía de Cochinos, la frustrada invasión a Cuba en 1961, Kennedy autorizó el derrocamiento de Fidel Castro; la Ciudad de México se convirtió, de manera natural, en el eje de la intervención.

Junto con Mann llegaron veteranos del derrocamiento de Árbenz, que se sumaron al equipo dirigido por Scott. El más importante fue David Atlee Phillips, uno de los mejores cuadros de la CIA en técnicas clandestinas y propaganda, que sirvieron, por ejemplo, para el golpe de Estado contra Salvador Allende en Chile. Phillips trabajaba con Richard Helms, quien se encargaba de operaciones clandestinas en la CIA desde Langley, y con otro de los legendarios de la agencia, el jefe de contrainteligencia, James Angleton. Una de las acciones de la CIA en México fue infiltrar el ámbito intelectual, donde había una proclividad por la Revolución Cubana. Para ello, utilizaron a una estadounidense, June Cobb, quien llegó a México en 1961 y se infiltró en ese sector hasta llegar a ser adjunta del secretario general de la Asociación de Escritores Mexicanos, fundada en 1964, y prohijada por Díaz Ordaz. Cobb dependía de Phillips, a quien le informaba todo lo que sucedía en ese ámbito.
Presidente Luis Echeverría Álvarez y Richard Nixon, presidente de EUA, en la Casa Blanca
(15 de junio de1972) / Historical Images

Cuando Oswald llegó a México, la CIA llevaba meses bajo estrecha vigilancia, gracias a lo cual supieron que había estado en una reunión con intelectuales mexicanos, sin que haya todavía claridad de cómo llegó a ellos. Varios de esos intelectuales fueron utilizados por la CIA en varios proyectos, sin que muchos de ellos, probablemente, supieran a quién estaban sirviendo. Muchos años después, en una conversación con quien esto escribe en París, la escritora Elena Garro, una de las participantes en esa reunión, dijo que nunca supo quién era Oswald hasta que vio su fotografía tras el asesinato de Kennedy, y que durante ese encuentro social se había comportado con un perfil muy bajo.

A la CIA le interesó mucho el viaje de Oswald, quien entró a México a bordo de un autobús por Nuevo Laredo. Durante su estancia recolectó la información sobre su objetivo a través de cuatro operaciones simultáneas en México, LEINVOY –enfocada a la intercepción telefónica, con el apoyo de Echeverría, en ese entonces subsecretario de Gobernación–; LIEMPTY –que vigilaba la embajada soviética–; AMSPELL –que tenía infiltrado al Directorio Estudiantil Cubano–, y LIERODE –que vigilaba la embajada cubana–, dirigidas por Scott las dos primeras, y por Phillips las otras dos. Estas operaciones contaban con el pleno respaldo del gobierno de López Mateos –y después por el de Díaz Ordaz y Echeverría–, donde la policía política, que es lo que era la Dirección Federal de Seguridad, trabajaba subordinada a la CIA.

Los documentos secretos sobre el viaje oficializarían el que tres presidentes mexicanos hayan trabajado para la CIA, y puesto a sus gobiernos al servicio de los intereses de Estados Unidos. También podrían mostrar las técnicas y procedimientos del reclutamiento de activos extranjeros y el tamaño del espionaje en México. Todo dependerá de qué tanta información secreta, hasta ahora, se hace pública en Washington.

lunes, 23 de octubre de 2017

¿Saint-Exupéry autor de "El Principito" fue capturado vivo por los nazis?

BUENOS AIRES, 23 de octubre de 2017 (InfoBae).- Por años, hubo un misterio total sobre su suerte. Hasta que, en 1998, el patrón de un barco pesquero marsellés, Jean-Claude Bianco, y su asistente, el marinero Habib Benhamor, encontraron, atrapada en las redes que estaban recogiendo, la pulsera de plata con su identificación que Saint-Exupéry llevaba en la muñeca, casi 60 años antes. Oxidada por la larga permanencia en el agua, la pieza conservaba sin embargo todavía grabado el nombre de su dueño.

La pulsera de plata que Antoine de Saint-Exupéry llevaba en la muñeca con su nombre grabado fue hallada en el mar, 56 años después de su desaparición

Cabe imaginar el impacto que causó la noticia, en Francia y en el mundo, considerando la popularidad de su libro más emblemático, El Principito, que él mismo ilustró. Una obra para niños y no tan niños, de gran profundidad.

Se había localizado al fin la zona de la desaparición de Antoine de Saint-Exupéry. Esto permitió focalizar la búsqueda, hasta que, en el año 2000, se halló, cerca de Marsella, entre la costa acantilada de Calanques y la isla de Riou, parte del tren de aterrizaje y de la carlinga del Lightning P38 que piloteaba Saint Exupéry.

Abajo, a la izquierda, la costa de Calanques y la isla de Riou delimitan la zona donde cayó el avión de Saint-Exupéry, al sur de Francia, frente a Marsella


Las partes del avión fueron remontadas a la superficie un tiempo después, en septiembre de 2003. La asociación Aéro-Re.L.I.C fue la encargada de identificarlos formalmente gracias al número de matrícula grabado por la Lockheed, fabricante del aparato.

Actualmente, los vestigios del avión se encuentran en el Museo del Aire y del Espacio, en Le Bourget, afueras de París, en un sitio dedicado al escritor y aviador que fue Saint-Exupéry.

Así era el avión que piloteaba el escritor francés Antoine de Saint-Exupéry


El hallazgo permitió confirmar que el avión había sido derribado por cazas alemanes. La simulación informática del accidente, calculada a partir de la deformación de las piezas halladas, dio como resultado que el avión cayó en picada, casi verticalmente, y a gran velocidad, directamente al agua.

En marzo de 2008, un ex piloto de la Luftwaffe se atribuyó el derribo del avión de Saint-Exupéry, pero su testimonio no fue considerado del todo contundente.


Objetos que pertenecieron a Antoine de Saint-Exupéry


Quedaba entonces en pie la duda sobre el destino del piloto. "Por principio no debíamos descartar ninguna hipótesis. Incluso si de entrada nos parecía la más inverosímil", como era el hecho de que el escritor hubiese sobrevivido al crash de su avión, dicen los autores del libro Saint-Exupéry Revelations sur sa disparition (Éditions Vtopo, 2017).

El libro incluye un testimonio impactante. El de la hija de un soldado alemán, Karl Böhm, que estaba destinado a la nave de salvataje alemana que operaba en el Mediterráneo. Böhm le contó a su hija que recordaba haber salvado a un piloto aliado gravemente herido que le había dicho que era un célebre escritor. El herido fue entregado a los alemanes y trasladado al aeródromo de Saint-Martin-de-Crau para ser interrogado. Allí habría muerto a causa de sus heridas pero también de un interrogatorio algo pesado.

Saint-Exupéry era piloto civil y militar desde los 21 años


El libro ha sido redactado por cuatro investigadores, entre ellos un sobrino del escritor, François d'Aguay. Otro de los coautores es Luc Vanrell, uno de los buzos profesionales de Marsella que encontró los restos del avión. Completan el cuarteto Bruno Faurite, cercano a la familia del aviador, y el arqueólogo subacuático Lino von Gartzen.

El libro que instala la hipótesis
Saint-Exupéry. Révélations sur sa disparition es resultado de largos años de investigación sobre la desaparición del escritor y piloto. Las revelaciones que aporta son interesantes pero no esclarecen por completo las circunstancias de su muerte, sino que instala una hipótesis -inquietante por cierto- pero que necesita mayor confirmación. Los autores aseguran que la investigación seguirá adelante.

Antoine Marie Jean-Baptiste Roger de Saint-Exupéry nació con el siglo XX, en el seno de una familia noble, en Lyon, tercera ciudad de Francia, el 29 de junio de 1900. Y desde niño manifestó sus dos pasiones: la ficción y los motores, sobre todo los voladores.

En 1921 obtiene su licencia de piloto, civil y militar. En 1924 ingresa a la Compañía Aérea Francesa (C.A.F.) y un par de años después por intermedio de su amistad con el también piloto Henri Guillaumet ingresa a la compañía Latécoère (futura Aéropostale y germen de Air France) donde se unirá a otros prestigiosos pilotos, como Jean Mermoz.

Con ellos protagonizará varias hazañas de la aviación, trazando rutas pioneras en esos años de extensión de la aeronavegación por el mundo: Europa, África, América del Sur…

Esta misión lo trae a nuestro país, donde será uno de los primeros en sobrevolar la Patagonia, vuelos que le inspiran los libros como Correo del Sur y Vuelo de Noche. Además de participar por cuenta de la Aéropostale de la organización de la red de transporte aeropostal en nuestro país.

Según algunos testimonios, fue en ocasión de un aterrizaje forzoso en el campo de una familia entrerriana que encontró inspiración para su personaje del Principito.

Fue también en Argentina que conoció a Consuelo Suncin, una escritora y artista salvadoreña con la que se casó en 1931.

Realizará varios raids como piloto con el fin de establecer récords: el París-Saigón en 1935 y en 1938 intenta el Nueva York-Tierra del Fuego, acompañado de su amigo André Prévost.

Saint-Exupéry fue pionero en la aeronavegación postal en varias regiones, entre ellas América del Sur (AFP)


Cuando estalla la guerra en 1939, es movilizado. Lo destinan a una unidad de bombarderos. Tras el armisticio y la retirada de Francia de la guerra, se muda a Nueva York por un tiempo, pero luego, ansioso de volver luchar por su país, consigue sumarse en 1943 a una unidad aliada de reconocimiento fotográfico, dirigida por el coronel E.Roosevelt.

Antoine de Saint-Exupéry
Es allí que conoce y pilotea por primera vez los Lightning P38. Por reglamento esos aviones estaban vedados a los pilotos de más de 30 años. El tiene 43, pero obtiene una licencia excepcional.

El 21 de julio hace su primera misión de reconocimiento a lo largo de la Costa Azul (Mediterráneo). Tras la segunda misión, es suspendido, por no respetar las consignas técnicas…

Logrará volver a volar en abril de 1944. Retoma los vuelos de reconocimiento en el sur de Francia. Hasta la última misión, el 31 de julio de 1944, sobre la región de Grenoble y Annecy. A las 8:35 despega de la base para el vuelo del que ya no volvería.

En el cuaderno del día, alguien escribió telegráficamente: "Misión foto en gran altitud en el sur de Francia. No regresó".

El Principito, la obra más célebre de Saint-Exupéry, se publicó en 1946, dos años después de la desaparición de su autor, que no conoció su inmenso éxito

Fotografías tomadas de InfoBae

jueves, 19 de octubre de 2017

Álvaro Obregón 286: el misterio del sismo del 19S en México

MÉXICO, 19 septiembre 2017 (Eje Central).- Álvaro Obregón 286 parecía un edificio normal, pero albergaba instalaciones estratégicas. Israel y España enviaron a 122 expertos para rescatar vivos o muertos a dos "blancos".

Apenas había ocurrido el terremoto del 19 de septiembre, y dos países habían encendido sus alertas. En pocos minutos, a más de tres mil kilómetros del epicentro de la emergencia en la Ciudad de México, un ministro y dos cancilleres acordaron que 122 especialistas, entre rescatistas e ingenieros, viajaran a territorio mexicano. Lo que parecía el envío de ayuda internacional ante el desastre, en realidad escondía una misión urgente: rescatar a dos blancos catalogados como de máxima prioridad.

El envío de militares y civiles con entrenamiento castrense estaba pactado. Se trataba de militares españoles especializados en rescates con alto grado de complejidad; así como civiles israelíes con entrenamiento de élite, todos con distintos rangos como oficiales, que fueron reclutados como reservas de las Fuerzas de Defensa de Israel, espe
cíficamente para la operación estratégica que se planificaba en México.

Minutos después del sismo, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, contactó vía telefónica al secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, confirmó el embajador de Israel en México, Jonathan Peled. Una comunicación en el mismo tono la haría el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación del Gobierno de España, Alfonso María Datis, con el canciller. En ambos casos se había acordado la operación multinacional en la Ciudad de México.

Ambos equipos de especialistas se conformaron en menos de 24 horas. Y 12 horas después, los 122 especialistas ya operaban en los derrumbes ubicados en Álvaro Obregón 286, en la colonia Roma Norte; en Escocia, colonia Del Valle; en la fábrica de ropa de la colonia Obrera, y en la Unidad Habitacional Tlalpan.

El canciller Luis Videgaray dialoga con brigadistas israelíes en el Centro Nacional de Alto Rendimiento


El 21 de septiembre, su primer día en el país, el equipo israelí se desplazó a la empresa de la colonia Obrera. En pocas horas rescataron a Jaime Askenazi, un hombre de 76 años, empresario textilero de origen argentino y dueño de la fábrica. Un hombre, muy religioso, padre de seis hijos, y un hombre muy querido en la comunidad judía, que perdió la vida junto con sus empleados cuando colapsó el inmueble. Una vez que recuperaron el cuerpo no hicieron más, se salieron del lugar y se dirigieron a la colonia Roma. Y es que el 286 de Álvaro Obregón era el punto medular para ambos grupos de rescate, españoles e israelíes.

En cuestión de minutos, el equipo israelí montó una operación táctica y poco visible. Las autoridades mexicanas en la zona les permitieron controlar las operaciones de rescate junto con el grupo proveniente de Los Ángeles, California, al que acompañaba la embajadora de ese país, Roberta Jacobson.

Todo ocurrió deprisa. Recabaron la información necesaria para ubicar al personaje que buscaban y, en 36 horas, llegaron al punto exacto, el segundo piso del edificio. Entre los escombros encontraron el cuerpo de una mujer que vestía pantalón negro y largas botas negras. Completada la misión, el equipo israelí se retiró del lugar, y horas más tarde abandonó el país.

En el mismo piso y a sólo unos metros de distancia, se encontraban los otros dos personajes de interés para el gobierno español, un hombre y una mujer, cuyos cuerpos fueron recuperados casi seis días después de su llegada a México. Un día más tarde, el equipo español también regresó a su país, llevándose el cuerpo que buscaban.

Horas después, personal de la Secretaría de Marina se dio a la tarea de recuperar algunas computadoras de ese segundo piso, las cuales retiraron con cuidado y las colocaron en sus vehículos. De ello la dependencia no quiso hablar.

En el segundo nivel tenía su sede Valora Consultores, una empresa de origen español con sede en La Coruña, en la comunidad autónoma de Galicia. En su página de internet asegura que se enfoca en el desarrollo de estrategias de sustentabilidad y responsabilidad social para grandes corporativos como British American Tobacco, Aeropuertos del Sureste y Autlan, entre sus principales clientes. No hay más datos públicos disponibles, pero fuentes consultadas por este semanario reconocieron que se trata de una compañía de “alto perfil para el desarrollo de proyectos de gran valor estratégico”.

A partir de entrevistas con funcionarios, revisión de documentos y una decena de testimonios de sobrevivientes, familiares y rescatistas, ejecentral reconstruyó la misteriosa historia del piso 2 del edificio de Álvaro Obregón 286.

La ayuda llegó de inmediato. En el primer día, una grúa telescópica con capacidad para cargar hasta 400 toneladas, permitió que al tercer día se acelerara el rescate.

Miembros de la UME laborando en el edificio 286.  DIEGO SIMÓN SÁNCHEZ / CUARTOSCURO


Una construcción cualquiera

El edificio marcado con el 286 se encontraba en el perímetro que forman las avenidas Álvaro Obregón, Huichapan, Cacahuamilpa y la avenida Ámsterdam, en la colonia Roma Norte. En todas esas calles durante 15 días se realizaron trabajos de búsqueda, rescate y remoción de escombros.

Era un edificio de fachada café, muy bien conectado para llegar al centro y sur de la Ciudad.

Alcanzaba los seis niveles y su interior había sido modificado para ampliar su capacidad, de acuerdo a especialistas en estructuras y protagonistas del rescate. Sin haber sido reforzado, dos elementos estructurales fueron retirados de la parte central en cada nivel, al menos dos años antes del sismo, para ampliar los espacios que podían rentarse como oficinas.

Los espacios en renta variaban entre 35 mil y 60 mil pesos. Mientras en 2011 un contrato de arredramiento con Inmobiliaria Álvaro Obregón S.A. de C.V., por la renta del piso 2-A, con superficie de 270 metros cuadrados se firmó por 35 mil 100 pesos mensuales; para 2017, la renta por 140 metros cuadrados para la Clínica Crisálida se pactó en más de 60 mil pesos mensuales.

El primer contrato, firmado en 2011, fue cerrado con la empresa Impulsa Incubadora de Negocios S.A. de C.V., representada entonces por el arquitecto Ernesto Sota López. Este personaje es hijo de Ernesto Sota Cisneros, a quien los inquilinos llamaban “El Ingeniero” e identificaban como propietario del inmueble. Ambos tenían oficinas como administradores del edificio en una sección del piso 6, junto con la academia de idiomas S-Peak, que ocupaba el Piso 6-B.

Ambos fueron rescatados alrededor de las 18:00 horas del 19 de septiembre, junto con una contadora y dos secretarias; todos se habían resguardado en el Piso 6 y fueron parte de las 25 personas rescatadas con vida, prácticamente ilesas, el mismo día del terremoto.

De entre los escombros del inmueble ubicado en la colonia Roma Norte, en la delegación Cuauhtémoc, 28 personas fueron rescatadas con vida y 49 cuerpos recuperados, según las cifras oficiales.

Piso a piso

La onda más energética que liberó el sismo del 19 de septiembre llegó a la ciudad medio minuto después de las 13:14 horas. En sólo 15 segundos demolió la estructura del edificio de Álvaro Obregón 286.

La mayor parte de los ocupantes se encontraban en los pisos 2 y 4. En el segundo nivel estaban las oficinas de Valora Consultores, la cual rentó entre febrero y marzo de este año. El cuarto nivel era ocupado por el despacho Aguilera Contadores. La mayoría de los que allí se encontraban no pudo salir.

En parte del primer piso se ubicaba un espacio destinado a coworking para los despachos localizados en el piso 3. Uno de estos, el 3-B era ocupado por Aguilera Contadores; mientras que en el despacho 3-A tenía sus oficinas la empresa Semantik, en la que trabajaba Lucía Zamora, quien también fue rescatada de entre los escombros.

Finalmente, el piso 5 se encontraba temporalmente desocupado, pero no vacío, ya que el día del sismo había trabajadores de la construcción realizando labores de remodelación y un cerrajero.

El terremoto colapsó del piso 2 al 6 y dejó intacta la planta baja y parcialmente colapsado el piso 1, niveles en los que no fueron retirados muros de carga ni columnas. El resto de los pisos se convirtieron en escombros.

Trampa mortal

Carolina Muñiz Botello acudió a una cita de trabajo el martes 19 de septiembre con personal de la empresa Valora Consultores. Estaba en el piso 2 cuando comenzó el sismo y allí quedó atrapada. Jorge Enrique Gómez Zamarripa, su exesposo, aseguró que, a partir de ese nivel, las columnas que sostenían la estructura fueron demolidas junto con un muro de carga, que se encontraba en la parte central de la estructura. El resultado fue que del nivel 2 al 6 se lograron espacios abiertos de 22 metros, que fueron divididos en dos secciones de 11 metros cada uno, habilitados como espacios para oficinas. Dos por cada nivel. Con las reformas, la estructura sólo contaba con muros de carga en los extremos poniente y oriente, columnas en los extremos norte y sur de la estructura, y un espejo de cristal en la fachada exterior.

Los pisos 4 y 5 tienen una losa catalana, cuyo espesor es de 60 centímetros, que tiene concreto, arena, tezontle, arena y concreto. Esa losa pesa entre 2 y 3 toneladas (…) Pero hasta arriba, el techo del piso 6, cual losa catalana si se cae no te mata”, relató Gómez Zamarripa.
Pero, no es lo mismo que te caigan tres o cuatro losas en el piso 2, donde estaba mi esposa. La norma de construcción normal marca que debería tener un peralte de 10% de las áreas libres. Eso tenía tres muros, yo vi fotos del interior (del piso 2) y era puro vidrio, no había muros de carga ❞

Jorge Enrique Gómez Zamarripa.

Aspecto de la fachada del edificio 286 tras el sismo del 19 de septiembre.


El inmueble se convirtió en una trampa mortal. Las ampliaciones para los espacios habitables también redujeron el ancho de las escaleras centrales, que rodeaban el cubo del elevador. Esa estructura daba servicio a los niveles 1 y 2 en caso de emergencia. Del nivel 3 al 6, los protocolos de evacuación dirigían hacia las escaleras de servicio, ubicadas en la parte trasera del inmueble, las cuales quedaron intactas. Por estas escaleras los equipos de rescate comenzaron los trabajos para ubicar a los sobrevivientes y apuntalar la estructura derrumbada.

El 26 de septiembre, Humberto Morgan, enlace del Gobierno de la Ciudad de México, con los familiares y afectados por el derrumbe en Álvaro Obregón 286, confirmó que el inmueble sólo podía soportar dos niveles, y que las losas catalanas tenían vicios en su construcción. La Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México investiga a los dueños, para determinar si tienen alguna responsabilidad.

La mujer de botas negras

El equipo de búsqueda y rescate israelí llegó a la zona cero del edificio colapsado en Álvaro Obregón 286 en la madrugada 21 de septiembre, luego de 20 horas de vuelo a bordo de un avión de las FDI con matrícula 295. De inmediato, un grupo de aproximadamente 45 hombres y mujeres se desplegó con material y equipo táctico.

Llegaron sigilosamente. Nadie les impidió cruzar los cordones de seguridad en dirección a los restos del inmueble derrumbado. Marinos, policías federales y de la Ciudad de México, todos abrían paso a la misión que encabezaba el coronel Dudi Mizrahi, un civil experto en comunicaciones reclutado por las FDI específicamente para comandarla.

Al mismo tiempo, se instaló un pequeño centro médico de México Cadena, el servicio exclusivo para la comunidad judía, con equipo capaz de una intervención quirúrgica sencilla y atender un estado crítico en el trayecto al hospital.

La israelí Karin Kabitke fue la encargada de la recolección de información en las ruinas del edificio 286 / Enlace Judio


La operación requería información. Fue entonces que la capitán Karin Kabitke organizó a un grupo de voluntarios judíos a los que desplegó en todo el perímetro. Algunos se colocaron en las entradas a la zona, otros en donde se acomodaba el equipo de apoyo, unos más entre los rescatistas mexicanos y en los puestos de comida. Esta mujer delgada, estatura mediana, tez blanca y pelirroja, portando su uniforme verde, entrevistó a los sobrevivientes, al policía que vigilaba la puerta del edificio, a familiares de las víctimas, a los voluntarios y cuerpos de emergencia que llegaron primero y rescatistas que trabajaron en las últimas horas en la zona cero. En tan sólo tres horas, su grupo había recabado información suficiente para conocer el número de personas que permanecían bajo los escombros, las posibilidades de que estuvieran con vida y calcular su posible ubicación.

El plano del edificio para entonces no se tenía, las autoridades de la delegación Cuauhtémoc lo proporcionaron hasta el cuarto día; mientras tanto, uno de los cuerpos de voluntarios, el de Rescate Urbano tomó imágenes en más de tres ocasiones con uno de sus drones, luego imprimieron las imágenes y definieron entre todos los especialistas los sectores por trabajar, de acuerdo a los datos de las víctimas.

Conforme los datos eran confirmados contra la memoria arquitectónica del inmueble, Kabitke transmitía la información a los miembros del equipo israelí que ejecutarían el rescate del blanco por el que habían llegado a México. Los rescatistas estadunidenses los apoyaron para que fuera el equipo israelí el que coordinaba las operaciones de rescate, desplazando con ello a los mexicanos, españoles, colombianos y coreanos, a quienes ordenaban cargar escombro.

El equipo israelí, utilizando las imágenes del dron, se enfocó en el cuadrante D-2 y comenzó a trabajar para retirar la losa. Otros cuerpos de rescate se opusieron, porque para entonces había datos de dos personas que podrían ser rescatadas más fácilmente, pero se ubicaban en el cuadrante A. Aunque los representantes del gobierno federal que estaban en el lugar, se dejaron convencer por los israelíes, quienes dijeron que podrían agilizar la localización de personas si los dejaban trabajar.

Hasta ese momento, el equipo israelí no había ocupado maquinaria pesada. Con lo que sí trabajaron fue con equipo táctico con el que detectaban signos vitales, respiraciones o latidos del corazón bajo los escombros o la señal que pudiera emitir un teléfono celular, para geolocalizar a su objetivo.

El equipo de Israel nunca dijo que buscaban a una persona en específico, simplemente que estaban ayudando en las tareas de rescate, pero en realidad sólo les interesaba una persona, y era una mujer que estaba en el piso 2, en las oficinas de Valora Consultores, en uno de los puntos de mayor complejidad, pues permanecía atrapado bajo una trabe de concreto. Ni el shabbath, el día sagrado judío ni la celebración del Rosh Hashanah, el año nuevo judío, que coincidió con esta fecha, detuvieron los trabajos.

Un grupo más pequeño se quedó trabajando en el sector A, tratando de llegar a quienes después descubrirían eran dos mujeres que habían quedado atrapadas también en el piso 2.

Mientras avanzaban en su búsqueda, el equipo israelí quería romper una trabe colapsada, lo que ponía en riesgo toda la estructura, y que salía de los parámetros de seguridad considerados por el resto de los rescatistas que se opusieron, incluso los españoles.

Los israelíes en principio no aceptaban sugerencias, trabajan solos. De hecho, querían desarmar las medidas de seguridad que se habían implementado con el equipo The Rescue Urban Canada, para resguardar en principio el único plano que no estaba colapsado y preservar la vida tanto de los que trabajan en el primer piso como los que trabajan de arriba hacia abajo (…) no querían a nadie a lado, me pareció una cosa muy extraña 
Ángel Pereyra, Encargado del Escuadrón de Rescates y Salvamentos en Altura del Cuartel de Bomberos de Dock Sud.

Ya era la noche del sábado 23, el coronel Mizrahi y un miembro del equipo de bomberos de Los Ángeles convocó a una reunión en una carpa cerrada con un representante de cada equipo de rescate. Las palabras, más que una petición, anunciaron lo que seguiría: “Si no hacemos esto (usar maquinaria pesada) vamos a tardar 20 años en recuperar los cuerpos”.

Todos los que estaban en la zona cero, percibieron cómo las autoridades mexicanas otorgaban mayor prioridad, y mayor grado de participación a los grupos USAR (Urban Search and Rescue) internacionales frente a los nacionales. “Las brigadas como la de Israel, que a mi criterio no hicieron buen trabajo, no reunían las medidas de seguridad necesarias, y hasta ponían en riesgo en determinadas maniobras al resto de los rescatistas”, sostuvo Pereyera.

Vino otra confrontación. La situación se tensó mucho más, hasta el punto de que algunos dejaron de colaborar con ellos. Hacia la noche del sábado, con la ayuda de una grúa telescópica, se acondicionó un boquete, al que se accedía por la parte trasera del edifico colapsado, por el que fue preparada la ruta para sacar el cuerpo de la misteriosa mujer. El resto de los equipos bajaron de los escombros y dejaron el camino libre para los israelíes. La tarea no fue sencilla. Se removió una de las losas, y la estructura se resintió.

Primero se toparon con el cuerpo de una mujer mexicana, a quien sacaron de entre los escombros y llevaron a servicios periciales. Minutos más tarde, el cuerpo que con tanta prisa buscaban los israelíes quedó a la vista, sólo tenían un problema, una de sus piernas había quedado atrapada en otra losa independiente que había que cortar.

Las maniobras que habían hecho obligaban, antes de continuar, a reforzar con polines y vigas la planta baja y el primer piso, para luego comenzar a cortar la nueva losa. Todo esto llevaría por lo menos 12 horas más o un día completo. Se reunió parte del equipo y se decidió amputarle una pierna para extraerla inmediatamente de los escombros. El resto que estaba en el lugar no se dio cuenta de esto, fue muy rápido, con mucho sigilo y cuidado.


❝Nadie informaba nada. Se supo que había gente viva, sé que hubo gente que estuvo más tiempo y que no la podían sacar. Yo siento que hay algo más grande, pero no sé qué, sé que sacaron por lo menos cinco cuerpos por atrás y no se notificaban, y ahí estaba el Ejército, la Marina. Quién sabe realmente qué pasó ahí o quiénes estaban ahí ❞
Adriana Oarim

El cuerpo ya liberado lo colocaron en una camilla y lo bajaron por la parte de atrás. Las autoridades certificaron la muerte en segundos: mujer de 30 años de nacionalidad mexicana que había perdido una pierna a consecuencia del derrumbe ocurrido en la calle de Huichapan número ocho en la colonia Hipódromo. Aunque aparecía otra dirección era lo que menos importaba, sólo querían llevarse el cuerpo. El nombre quedó reservado y en medio de la noche nadie pudo describirla, sólo pudieron ver que vestía unas botas largas y pantalones negros.

De inmediato se retiraron. Todo el despliegue en la zona, incluso el pequeño centro de atención médica, empacó todo y desapareció.

De acuerdo con el embajador de Israel en México, Jonathan Peled, no tuvieron información sobre “ciudadanos israelíes” entre los escombros. “Se descubrió una víctima que pertenecía a la comunidad judía aquí en México, de origen argentino (…) pero un ciudadano mexicano-judío no hubo en ningún momento, ni ciudadanos israelíes”, aseveró a ejecentral.

Los civiles que viajaron desde Israel eran, todos, especialistas en estructuras, rescate, gestión de información y medicina. Se trató de un grupo de 71 hombres y mujeres que forman parte de las reservas del FDI, explicó el diplomático, integrados al Mando del Frente Doméstico.

❝Casi todos son oficiales. Son coroneles, tenientes coroneles, mayores y capitanes. Son muy profesionales, pero son arquitectos, ingenieros o médicos, son civiles que en momentos de emergencia el Ejército los llama y los enlista”, agregó sobre el equipo que trabajó siete días y siete noches en México ❞
Embajador Jonathan Peled

Detalló además que el equipo participó también en el derrumbe de la Unidad Habitacional de Tlalpan, y destinó al menos a 25 especialistas en estructuras a tareas de revisión de edificios públicos. “Nuestra asignación se hizo por el Centro de Mando, el C5. Ellos decidieron en dónde mandar cada uno de los cuerpos de rescate que vinieron del exterior”, aclaró.

Sobre los restos del ciudadano judío-argentino que fue rescatado, la Agencia Télam confirmó que se trató de Jaime Achequenaze. Ni el embajador ni algún otro medio oficial registró la muerte de la mujer de botas negras. Contrario a la negativa del embajador sobre el rescate de más personas de su comunidad, el portal de noticias JDN, escrito en hebreo, consignó que en una operación dirigida por Markos Kain, el equipo israelí buscaba a dos “judíos de la comunidad”, de los que se “temía” habían quedado atrapados entre los escombros.

❝Los israelíes en principio no aceptaban sugerencias, trabajan solos. De hecho, querían desarmar las medidas de seguridad que se habían implementado con el equipo de rescate urbano, no querían a nadie a lado ❞
Ángel Pereyra, rescatista

Venimos por Jorge

El protocolo echado a andar 36 horas antes ya tenía a los primeros 17 elementos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) en suelo mexicano como avanzada para reconocer el terreno de la tragedia y planificar los rescates. El 22 de septiembre, a bordo de una Airbus del Ejército español llegarían a la capital del país otros 37 efectivos.

Bajo las órdenes del comandante Álvaro Martín Molina, los 54 miembros de la UME se pusieron al mando de las autoridades federales mexicanas de Protección Civil, en un primer momento, en el cuartel general que se levantó en el Centro Nacional de Alto Rendimiento, al oriente de la ciudad, en donde coincidieron con los contingentes japoneses, israelíes y estadunidenses.

El equipo fue dividido en turnos de 12 horas, así cubrirían las 24 horas del día. En los escombros de la colonia Del Valle rescataron el cuerpo de Leopoldo Nieto Cisneros, un ciudadano español; pero aún faltaba el objetivo primordial: Jorge Gómez Varo, un aparente ejecutivo de origen malagueño, cuya especialidad era ser “aplanador” o ayudante de arquitecto, que trabajaba para Valora Consultores, y que en el momento del sismo estaba en su oficina en el segundo piso del 286 de Álvaro Obregón.

A diferencia de los israelíes, los españoles llegaron al 286 de Álvaro Obregón y se presentaron con los cuerpos de emergencia del ERUM, los voluntarios y las autoridades de Gobernación, y les explicaron:

❝Nosotros venimos a buscar a Jorge Gómez Varo, pero los ayudamos y apoyamos en todos los demás rescates ❞ Y así lo hicieron.

Jorge Gómez Varo, resultó ser un personaje de interés político para el gobierno español. Su cuerpo fue rescatado sin vida el 29 de septiembre, 10 días después del sismo, junto con su asistente, una mujer joven mexicana.

Gómez Varo, era aparejador, ayudante de arquitecto, creció en el barrio de Pedregalejo, junto a los Baños del Carmen, donde vivió casi toda su vida junto con su familia. Estudió en La Asunción, provincia española y pertenecía a la “Muy Ilustre, Antigua y Venerable Hermandad Sacramental de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Viñeros, Nuestra Señora del Traspaso y Soledad de Viñeros y San Lorenzo Mártir”, mejor conocida Hermandad de Viñeros y a la Archicofradía de la Expiración, conocida también como la Pontificia, Real, Ilustre y Venerable Archicofradía Sacramental de Culto y Procesión del Santísimo Cristo de la Expiración y María Santísima de los Dolores Coronada.

Apenas hace dos años llegó a México para trabajar con la empresa Valora Consultores, bajo las órdenes de Senén Ferreiro, CEO de la empresa, que oficialmente se dedicaba a proyectos decorativos, consultorías a empresas sobre temáticas de responsabilidad social y que también desarrollaría un software con ese mismo objetivo conocido como GCSIC, herramienta de gestión para las pymes integrantes de la red española del pacto mundial de Naciones Unidas.

Aunque habían sido tan abiertos los rescatistas españoles para explicar su misión, por momentos se comportaban con cierto sigilo.

La primera impresión fue que tal vez venía la Procuraduría para hacer el levantamiento, las fotografías, pero no. Todo fue por acuerdo con los españoles, porque ellos querían sacar todos los cuerpos, porque aparentemente no sólo estaban buscando este cuerpo (el de Gómez Varo), sino documentación extraña que él tenía ahí 
 Jorge Enrique Gómez Zamarripa
exesposo de una de las víctimas

En el mismo cuadrante D y muy cercano al C, estaban los cuerpos del malagueño y la mexicana. A sólo unos metros más atrás de la mujer de botas negras.

Todavía permaneció el equipo español un día más en las labores de rescate, pero sólo un día más. El 24 de septiembre, las cuatro unidades caninas, el equipo médico, de apuntalamiento, perforación, rescate vertical, comunicación; así como para el movimiento de cargas y la localización de personas, e incluso, el que detecta la contaminación del aire por material químico, bacteriológico o gas, todos fueron levantados. La misión había acabado.

Al edificio 286 llegaron funcionarios de la Secretaría de Gobernación, como el subsecretario Roberto Campa Cifrián, y de la Ciudad de México, de la Secretaría de Movilidad y de Protección Civil. También se ubicó la unidad móvil C-2 de la policía capitalina, que funciona como un centro operativo de enlace con el C-5, desde donde el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, estuvo coordinando gran parte de la emergencia.

La zona fue resguardada por policías federales, el Ejército y la Marina, institución a la que se le encomendó una última misión, recuperar del piso 2 las computadoras y documentos que fueran posibles. Así lo hicieron, con cuidado y de forma sigilosa, se llevaron unos cuantos equipos, el resto había quedado totalmente perdido. Así quedaba completada la misión, sin rastros claros ni precisos de lo que en esa oficina se manejaba, pero que era tan importante para movilizar, desde Europa, a dos equipos de rescate.

Reportaje de Luis León, Francisco Pazos, Jonathan Nácar y María Idalia Gómez para Eje Central

Fotografías: Eje Central