El experimento fue seguido por un representante de la Federación Aeronáutica Internacional, que se espera que homologue el vuelo en su próxima reunión, fijada para octubre.
"El Snowbird marca la concreción de un viejo sueño de la Humanidad", dijo Reichert. "A lo largo de la historia, una infinidad de hombres y mujeres soñaron con volar como los pájaros, con sus propias alas, y cientos, incluso miles de ellos, intentaron llevarlo a cabo. Esto es uno de los últimos hitos de la aviación que faltaba lograrse", enfatizó el joven.
El aparato pesa apenas 43 kilos, pero sus alas tienen una envergadura de 32 metros, casi igual a la de un Boeing 737. Para ayudar a sus posibilidades de éxito, Reichert quiso adelgazar y bajó ocho kilogramos.
El primer vuelo exitoso con tracción a sangre fue con un avión una aeronave de hélice en 1977, pero ningún aparato hasta ahora había logrado volar moviendo las alas como las aves.
En el proyecto, participaron más de 30 estudiantes de las universidades de Toronto, de Poitiers (Francia) y de la Tecnológica de Delft (Holanda).
Foto: Todd Reichert, candidato a un doctorado en ingeniería de la Universidad de Toronto, vuela en el ornitóptero 'Snowbird' (AFP).