El largo de la prenda no es extremo, sin embargo sus compañeros,la agredieron verbalmente calificándola como “puta”. Lo que sí es algo criticable fue la reacción que las autoridades de la institución tuvieron frente al caso en concreto. “Se determinó expulsarla por una flagrante falta de respeto a los principios éticos, la dignidad académica y la moralidad”, se ganó una suspensión indefinida.
Inmediatamente el gobierno se puso en pie y el Ministerio de Educación brasileño pidió este lunes nueve de noviembre explicaciones por la expulsión de la estudiante. La Secretaria de Educación Superior, María Paula Dallari calificó de “desproporcionada” la sanción que recibió la estudiante y posteriormente pidió su restitución en la institución educativa.
Finalmente se logró que la universidad reconsiderara su postura y que Geisy volviera a clases. No sabemos si ella volverá a provocar un escándalo parecido, pero seguro que pensará dos veces antes de ponerse una minifalda.