Según publica The Telegraph, el príncipe Alberto podría ser padre de un tercer hijo ilegítimo nacido hace dos semanas, hecho que habría provocado el intento de anulación de a boda por parte de Charlene.
No en vano circularon versiones en el sentido que la sudafricana habría intentado huir y no acudir al matrimonio. Al parecer en la situación intervinieron consejeros de los Grimaldi, para evitar que la novia tomara esa decisión.
Según un despacho de la AP, del 3 de julio, el príncipe reconoce que tuvo dos hijos fuera del matrimonio pero que sólo su vástago legítimo podrá sucederlo. La noticia también se refiere al intento de Charlene de regresar a su tierra natal y a la reacción del palacio de desechar esas versiones.
La cena y el baile. El sábado los invitados que asistieron a la ceremonia religiosa regresaron a los hoteles París y Hermitage para cambiar los sombreros y trajes cortos por exquisitos vestidos largos y seguir disfrutando de la celebración: un banquete y un baile en la Ópera Garnier. Allí dos mil flores de azúcar coronaron la tarta nupcial. El pudín de siete plantas, de dos y medio de alto, era de esponjosa almendra, con fina compota de grosellas y una mousse ligera de vainilla, recubierta de chocolate blanco y de algunas perlas de grosella.En la mesa de honor, dispuesta en forma de T, estuvieron en la barra transversal las familias de los novios y en la parte perpendicular jefes de Estado y de las familias reales. Mónaco terminó iluminada con fuegos pirotécnicos.