MICHIGAN, 17 abril 2009 (AP).- A nadie le agrada que le impongan una multa por conducir a exceso de velocidad y prefiere toda la vida una simple advertencia y que lo dejen ir. En cambio, el alcalde de Warren, Jim Fout, exigió la multa cuando pudo haberse quedado con una simple reconvención.
Un agente de policía le pidió a Fouts q que detuviera su auto el lunes mientras iba camino a la alcaldía, por manejar a 45 millas por hora en una zona con límite de 40 millas. Al final, el policía sencillamente le advirtió que no se excediera en la velocidad la próxima vez.
El alcalde dice que se sintió incómodo todo el día de haberse liberado de la penalidad, porque pudiera considerarse favoritismo. Por eso llamó al subcomisionado de policía y le exigió la multa.
La policía le llevó la multa a la alcaldía y Fouts pagó los 100 dólares.
El alcalde explicó al diario Detroit News que simplemente quiso "dar el ejemplo".