SAO PAULO, 7 junio 2012 (UPI) -- Un niño de dos años, que era velado en una pequeña localidad del norte del país, despertó y pidió agua a sus sorprendidos padres, antes de morir nuevamente.
Esta vez, camino al hospital, la muerte se hizo irreversible como terminarían por comprobarlo los médicos. "Fue una mezcla de espanto, oraciones, agradecimientos, lágrimas y desmayos", escribió el local Diario de Pará, el estado donde vivía el pequeño con su familia y que desde que nació parecía ser un pequeño sin grandes problemas.
Según las versiones de los parientes, el niño había comenzado a moverse en su ataúd durante el velatorio, De pronto, logró sentarse y hasta escupió un poco de algodón que tenía en la boca. "Después pidió agua y la bebió, El niño Kelvys Simao dos Santos fue llevado al hospital, a donde llegó muerto", dijeron sus padres a los doctores.
Después de este segundo diagnóstico, el niño fue enterrado. Según el Diario de Pará, la policía civil investigará el caso para determinar "si hubo un error médico en la declaración de la 'primera y supuesta muerte' del niño", que había sido tratado por neumonía días antes de su sorpresivo despertar y cuyo signos vitales habían desaparecidos.