COPENHAGUE, 4 septiembre 2012 (AP).- En Dinamarca, los cementerios han creado una nueva forma de recordar a los seres queridos que han dejado este mundo, ya que cerca de esas flores coloridas que descansan sobre la tumba habrá también un chip o código QR que ayudará a conocer quién está enterrado.
Lectura de código QR en una tumba en Japón (EFE) |
El chip es una oportunidad para que otros individuos conozcan su historia y otra alternativa para que un hijo recuerde a su padre o abuelo.
Se cree que estos dispositivos pronto serán parte del proceso de muerte similar al de escribir un testamento o expresar la última voluntad. El director de una de las compañías productoras de lápidas más grandes de Dinamarca, Niels Kristian Nielsen, cree que los códigos ayudarán a mejorar los ingresos tanto en esa nación como en el extranjero.
“Creo que todos los escogerán. Vemos gran potencial en todos los países”, dice.
“Es una buena forma de contar la historia de una persona. Y todos tenemos una; el granjero, el director, todos. Y también hace que una visita al cementerio sea mucho más interesante”.
Así, estos oasis de tranquilidad no serán más un lugar exclusivo para los afligidos, sino que también servirán a los curiosos que quieren saber más sobre quienes descansan en paz.
• En el pueblo cercano de Holbaek. El consejo de la iglesia compró varios chips para recordar a algunas personalidades locales, como un exalcalde y el fundador del partido político Venstre, quien murió hace décadas.
• Legado. También pretende vincular obituarios a las tumbas de monjes que vivieron en un monasterio a las afueras del pueblo.
• Tesoro. La directora del consejo, Hanne Korsby, dice con entusiasmo que los códigos serán una herramienta importante para preservar la historia local.
• La opinión. “Creo que la historia se olvidó”, dice. “Pero hay muchas personas que son importantes”.