Nacido en Amiens (norte) el 26 de noviembre de 1911, Marchand, de 1,52 metros y 51 kilos, tratará de batir su segundo récord ciclista en pista en la categoría de más de 100 años, creada especialmente para él en febrero, cuando estableció el récord de la hora.
"¿Mi secreto para mantenerme en forma? Entrenarme. Si uno se queda pegado en un sillón delante de la televisión, se acabó", comentó. En cuanto al régimen, "agua y miel es todo lo que necesito", añadió.
Todos los días, Marchand corre 30 kilómetros y, en invierno, cuando el tiempo no se lo impide, salta a la cuerda.
Refiriéndose a la prueba a la que se enfrentará el viernes, Marchand explicó: "el estadio mide 333 metros de circunferencia, tengo que dar 300 vueltas en la pista de cemento y al aire libre. Lo único es evitar una caída".
"El dopaje no lo conozco. He probado las bebidas energéticas, pero me daban un fuerte dolor de estómago", afirma.
Robert Marchand vivó las dos guerras mundiales, pasó ocho años en Venezuela, país del que partió precipitadamente al ser acusado de tráfico de armas en medio de un tenso clima político, y residió un tiempo en Canadá tras la Segunda Guerra Mundial, antes de volver a Francia.
Se compró su primera bicicleta en 1978. "Hace 34 años que pedaleo, en Francia, en Inglaterra, en Bélgica, en Rusia, en España...", enumera, precisando que "hace 15 años, hacía 15.000 kilómetros al año, ahora hago sólo 7.000".
Foto: El ciclista centenario francés Robert Marchand (c) y sus entrenadores Magali Humbert y Robert Mistler, tras establecer un récord de la hora en Aigle, Suiza (AFP/Archivo | Sebastien Feval)
