La historia del joven glotón, que relata hoy el diario en árabe El Khabar, comenzó a estar en boca de los habitantes de Djendel, en la provincia de Ain Defla, cuando tuvo que comparecer ante la justicia acusado por el dueño de la tienda de alimentación donde trabajaba de robarle cuatro cajas de frutas y verduras.
Durante el juicio dos testigos aseguraron que habían visto a Salim dar cuenta en pocos minutos del contenido de las cuatro cajas.
Tras el proceso, su reputación como devorador insaciable de cuanto se le ponía delante fue en aumento, hasta el punto de que sus vecinos dejaron de invitarle a las fiestas por temor a que acabase con todas las provisiones.
Salim comenzó entonces a participar en concursos de grandes comedores por diferentes localidades de la región y así fue demostrando cómo era capaz de engullir de una sola vez medio centenar de tazones de sopa, 35 pollos asados o un cordero completo, manjar por excelencia de los argelinos.
Tras ganar todas las competiciones de la región y batir todas los marcas de otros glotones, el joven espera ahora poder mostrar su voracidad en competiciones internacionales y ver inscrito su nombre en el libro Guinness de los récords.
