Pekín, 29 noviembre 2008 (EFE).- Dos pingüinos machos que han formado pareja -un fenómeno relativamente común en estas aves- han sido separados del resto de animales de su especie en un zoo de Harbin (noreste de China) después de que intentaran robar un huevo de una pareja heterosexual, confirmaron hoy a Efe fuentes del parque zoológico.
"Se trata de una pareja que ha intentado robar huevos de otras, algo que fue descubierto por un cuidador, y se ha decidido encerrarles en otro recinto", señaló una de las portavoces del zoo, Cheng Yang.
Según Cheng, es bastante fácil que en un intento de robo el huevo se rompa, lo cual añade riesgos innecesarios a un proceso reproductivo que en los pingüinos no es nada sencillo, y menos todavía en cautividad.
La pareja "gay" forma parte de un grupo de 17 de estas aves que China trajo de la Antártida en 2005, y que al parecer se han adaptado bastante bien a las condiciones de Harbin, donde en invierno se pueden llegar a alcanzar temperaturas de hasta 40 grados bajo cero.
El pasado año, tras muchos intentos fallidos -incluso en libertad, sólo del 20 por ciento de los huevos de los pingüinos acaban saliendo polluelos- el zoo de Harbin logró que naciera un ejemplar, que fue bautizado con el nombre de "Manbo" y se ha convertido en la mascota de la ciudad.
Este año, las hembras han puesto tres huevos, por lo que las esperanzas de que el grupo vuelva a tener descendencia han regresado, pero el intento de robo ha traído turbulencias al proceso.
"Manbo" fue el primer pingüino antártico nacido en una ciudad no costera.
Los pingüinos machos suelen ser los encargados de incubar el huevo -unos 35 días- después de que éste es puesto por la hembra, y según Cheng hay un 70 por ciento de posibilidades de que durante el largo proceso se rompa el huevo.
Los pingüinos suelen ser animales fieles, que mantienen la misma pareja durante toda su vida, por lo que los cuidadores del zoo han decidido mantener juntos a los dos machos.