Sídney, 30 noviembre 2008 (BBC).- Unas 150 ballenas piloto de aleta larga (calderón común) han muerto en la isla de Tasmania, en el sureste de Australia.
Muchas de ellas, descubiertas el sábado, estaban malheridas tras haber sido arrastradas por la marea sobre rocas hasta la playa.
Las autoridades informaron que otros 30 cetáceos pudieron ser devueltos al mar con la ayuda de un pequeño bote.
Las ballenas atraviesan Tasmania en su camino migratorio hacia la Antártica y no es poco común que muchas de ellas terminen varadas.
La semana pasada, 11 cetáceos fueron rescatados después de que más de 60 de ellos terminaran en una playa en otra parte de la isla.
Rescate
Residentes locales y expertos trabajaron para intentar ayudar al último grupo de ballenas, varadas cerca del cabo de Sandy, en el noroeste de Tasmania.
La mayoría estaban malheridas por las rocas y corales de la zona.
Miembros del equipo de rescate trasladaron a una de las ballenas varadas, que no paraba de llamar a otro grupo que estaba en el mar, para evitar más muertes.
"Por desgracia esa ballena murió pero entonces esas 30 ballenas que pasaban cerca parecieron estar más dispuestas a seguir adelante y, con la ayuda de un bote en el agua, conseguimos sacarlas de la bahía", afirmó a una agencia de noticias el especialista, Warwick Brennan.
Las ballenas piloto de aleta larga son uno de los cetáceos más pequeños que hay, llegando a alcanzar tan solo unos 5 metros de longitud.