Lima, 13 dic 2008 (AP).- Una réplica en miniatura de la ciudadela inca de Machu Picchu viene causando no solo admiración en el público que visita la obra, sino también que se les haga agua la boca ante las más de 2.000 piezas de chocolate que se emplearon en su elaboración.
Con 160 kilos de chocolate, pasteleros peruanos fabricaron a mano una deliciosa réplica de Machu Picchu, el mayor atractivo turístico de Perú, y declarada el año pasado como una de las siete nuevas maravillas del mundo moderno en una votación mundial por Internet.
La obra de pastelería de 3,5 metros de largo, por 1,8 metros de ancho, y 1,7 metros de alto, tomó 45 días de trabajo, según dijo el chef Edwin Solís."Ahora que Machu Picchu es una de las siete maravillas modernas del mundo la quisimos representar así en chocolate como una iniciativa para incentivar más el turismo", comentó Solís.
Las más de 2.000 piezas que componen la obra, entre casas, cerros, túneles y puentes, fueron talladas a mano, señaló.
La exhibición de la réplica se realiza en el hotel Marriot en Lima, que este año decidió variar su tradicional pueblo de Navidad, hecho de galletas de jengibre, por un motivo típicamente peruano.