MÉXICO, 1 julio 2013 (CNNMéxico).- Wasapear, verbo que significa intercambiar mensaje por WhatsApp, ya forma parte de la Ortografía de la lengua española, de acuerdo con la Fundación del Español Urgente (Fundéu).
No solo wasapear acaba de ingresar al idioma español, sino también el sustantivo wasap.
La Fundéu explica que la "w" funciona bien para representar la secuencia /gu/ en palabras extranjeras adaptadas al español como waterpolo y web.
El plural de wasap es wasaps, y también se acepta que las palabras se escriban con guasap, guasaps o guasapear.
La Fundéu es una institución dedicada a vigilar a dar recomendaciones sobre el buen uso del español en los medios de comunicación.
En 2012, la Real Academia Española (RAE) incorporó al español la palabra tableta.
El español es el tercer idioma más usado en internet, de acuerdo con un informe del Instituto Cervantes.
Wasap y wasapear, ¿simple recomendación o carne de diccionario?
MADRID, 1 julio 2013 (20 minutos).- Si buscas “tuitero” en la web de la RAE (Real Academia Española), la base de datos del diccionario de la lengua aún no reconoce la palabra, pero te muestra un resultado “con una escritura cercana”: “guitero“. “El que hace o vende guita”. La acepción coloquial de guita es “dinero”. ¿El que hace dinero? No lo tengo claro del todo. Por ahora.
El pasado mes de diciembre, la RAE anunció que en la XXIII edición del diccionario, que se presentará en 2014, se incluirá este término, así como, por ejemplo, el de “tuitear”. Hasta entonces, “recomienda” su uso, incluyendo todo tipo de “(re)tuits” y demás, tal y como ha recordado hoy mismo en su cuenta, precisamente, de Twitter.
Lo dejó caer hace tiempo también la Fundéu (Fundación del Español Urgente) -allá por 2010-, que se ha lanzado ahora a recomendar la utilización de “wasap” y “wasapear” como términos correctos “de acuerdo con los criterios de la Ortografía de la lengua española”.
“Aunque también pueden resultar admisibles las adaptaciones guasap, plural guasaps, y guasapear, al perderse la referencia a la marca original y percibirse como más coloquiales, se prefieren las formas con w.”, añade la Fundeu. (Antes de continuar, os recomiendo que leáis esta entrevista a Álvaro Peláez, responsable de medios sociales en Fundéu, en la que precisa que la fundación recomienda, pero que “no hace norma”).
Siempre al quite, la Fundación intenta ir con los tiempos y recoger el lenguaje del día a día, sobre todo en cuanto a Internet y nuevas tecnologías se refiere. Es cierto que muchos de nuestros hábitos actuales están relacionados con todo esto y que la forma de precisar nuestras acciones puede dar lugar a adaptaciones como “tuitear” o “wasapear”. Pero, ¿qué pasa si desaparece Twitter de un día para otro? ¿Habría sido la inclusión de “tuitear” en el diccionario la más rápida en desaparecer del uso en la historia? ¿Quién corre más, el lenguaje o nosotros?
La RAE ha decidido que “tuit” y “tuitear” tienen presente y futuro en nuestra lengua. Está por ver si facebookear, googlear o instagramear siguen el mismo camino. ¿Qué marca la diferencia? ¿Los usuarios? Porque el número de usuarios de Twitter no es superior al de Facebook, por lo que en realidad su uso no está tan extendido.
He de decir, además, que me llama mucho la atención eso que dice la Fundéu de “al perderse la referencia a la marca original y percibirse como más coloquiales…”. En primer lugar, creo que el uso de las herramientas sociales es, como concepto, algo coloquial; así lo entiendo yo, sin quitarle en ningún caso seriedad al asunto. Y en segundo lugar, quiero incidir en lo de la “marca”. Porque las redes sociales no dejan de ser marcas comerciales que, efectivamente, están influyendo mucho en nuestras vidas. Además, las nombramos constantemente, leemos sus nombres cada pocos minutos. Nos condicionan.
Antes ya pasó con otras. Siempre hemos escrito con bolis Bic, envuelto la merienda en papel Albal y comido bocadillos con pan Bimbo. Marcas adoptadas como genéricos, como el Kleenex o los Donuts. Algunas de ellas han cambiado -yo sigo diciendo Mr. Proper-, pero no por ello han dejado de existir. Muchas, de hecho, están incluídas en el diccionario, como rímel o chupachús.
Lo que Twitter, Facebook o Whatsapp han hecho, creo, es marcar una diferencia en tanto en cuanto han marcado también nuestra relación con los demás. La interacción y la necesidad creada del uso de las redes explica que, además de tenerlas en mente todo el tiempo, estas herramientas han sido capaces de renombrar algunos de nuestros movimientos.
No se trata de una simple adaptación del inglés, como suele suceder en países latinoamericanos (y aquí, o sino véase el “toples” recomendado, ay), sino lo que igualmente podría ser un cocacolear o un mercadonear. Aunque no podemos olvidarnos de que todo lo que tiene que ver con Internet sufre de una importación severa. Yo no me opongo a que el uso nos lleve a aceptar terminologías adaptadas, aunque no tengo claro que la norma, la corrección, deba ser tan flexible como para aceptar una serie de palabras. ¿Debe ser “wasapear” más que una recomendación? ¿Alguien lo escribe?…