PEKÍN, 11 de febrero de 2009 (EFE).- China lleva décadas preocupada por el hecho de que sus científicos más destacados emigren para trabajar a EU o Europa, pero a esta "fuga de cerebros" se está uniendo en los últimos meses una "fuga de bellezas" que también comienza a causar alarma.
Las actrices más bellas y famosas del país asiático, muchas de ellas rostros ya conocidos en Hollywood, como Gong Li o Zhang Ziyi, se alejan paulatinamente de su país de origen para desesperación de sus fans nacionales.
Éstos siguen con pasión los éxitos de las estrellas en el exterior, a la manera en que en España se siguen los de Penélope Cruz o Javier Bardem; pero cuando las celebridades chinas anuncian que se quedan en el extranjero, comienzan las críticas en el país, especialmente entre los nacionalistas más recalcitrantes.
La alarma saltó sobre todo cuando Gong Li, musa del director Zhang Yimou desde los años 80 y la primera actriz china que saltó a la fama en Occidente, anunció el pasado noviembre que renunciaba a la ciudadanía china para adoptar la de Singapur, el país de su marido, el magnate Ooi Hoe Soeng, con quien lleva casada desde 1996.
La decisión de Gong fue acogida con aséptica neutralidad por los medios de comunicación oficiales, pero los foros de internet chinos se inundaron de críticas a la determinación de la actriz de Shenyang (noreste de Pekín).
No faltó quien aseguró que Gong "admira demasiado al extranjero" y "buscó cualquier pretexto para emigrar".
Las críticas a Gong, sin embargo, fueron bastante suaves en comparación con las que Zhang Ziyi, hoy por hoy la actriz china más internacional, está sufriendo por haber anunciado su futuro matrimonio con un millonario israelí, Vivi Nevo.
Zhang, que probablemente se casará el próximo mes y también podría adoptar la nacionalidad de su marido, ha recibido duras críticas e incluso insultos en los foros web chinos, donde se la acusa de "humillar a China" y "amar el dinero".
La actriz no levanta cabeza en el país asiático desde que encarnó a una dama de compañía japonesa en Memorias de una Geisha, algo que tampoco gustó a sus compatriotas (quienes, curiosamente, no criticaron apenas a Gong Li por hacer lo mismo en ese filme).
Una de las razones puede ser la imposibilidad, según las leyes chinas, de que uno de sus ciudadanos, por ilustre que sea, tenga doble nacionalidad.
Otro factor es el engorro que supone en realidad tener un pasaporte chino, ya que es una de las nacionalidades que necesita más visados para viajar a otros países, y esos visados casi siempre requieren complicados trámites.
jueves, 12 de febrero de 2009
Alarma en China ante la "fuga de bellezas
1:59:00 a.m.
China