domingo, 19 de diciembre de 2010

Venezuela: navidades sin juguetes bélicos

CARACAS, 19 diciembre 2010 (BBC).- Por primera vez este año, la mayoría de los árboles de navidad venezolanos no albergará bajo sus ramas armamento de plástico ni fieros combatientes. Esto a pesar de que algunos de esos juguetes se cuentan entre los más populares aquí y en otras latitudes.

Han pasado nueve meses desde que la Asamblea Nacional aprobó una ley que prohíbe la fabricación, importación, venta, alquiler, uso o distribución de juguetes de contenido bélico.

La ley buscaba responder a la situación de inseguridad y violencia del país, que lo coloca en las listas de aquellos con las más altas tasas de homicidio en Latinoamérica.

El sector más perjudicado es, precisamente, el de los más jóvenes. De acuerdo con estadísticas oficiales, la primera causa de muerte personas de 15 a 26 años en Venezuela es impacto con arma de fuego.

En un recorrido por varias jugueterías de Caracas, BBC Mundo constató que los anaqueles se encuentran mayormente libres de juguetes de tipo bélico.

Sables de plástico, espadas de láser, disparadores de distintas formas y tamaños e incluso pistolas de agua fueron erradicados a partir de marzo, cuando la ley entró en vigor.

Esto incluye también a algunos de los personajes más populares de la televisión o el cine, como Iron Man, los Power Rangers o Max Steele. Que los niños siguen pidiendo. Y sus padres, buscando en vano.

Según le dijeron a BBC Mundo varios encargados de varias tiendas especializadas, entre los juguetes "de moda" esta navidad se cuentan los Nerf, que disparan dardos de goma a través de dispositivos plásticos de diferentes formas y tamaños.

Al principio la prohibición representó una disminución en las ventas, pero los padres tienen que ajustarse. No pueden dejar a los hijos sin su regalo en navidad.

Una búsqueda en internet reveló que particulares venden los Nerf, los Iron Man y otros muñecos en páginas de subasta o compra-venta de mercancía.

Ocurre lo mismo con los videojuegos, también contemplados en la ley. Pero en su caso también se los encuentra con relativamente poca dificultad en versión pirata o "quemados", en puestos de vendedores informales de ciertas zonas de la capital.

En el establecimiento del este, mientras tanto, sólo un par de versiones de la línea Max Steele, de apariencia violenta (por sus rasgos alienígenas), están a la venta, en la frontera impuesta por la legislación.

En cambio, la juguetería ha decidido sacar de circulación hasta juegos clásicos de mesa como "Batalla Naval" o "Stratego". "Me dijeron, aunque no es confirmado, que una tienda del interior tuvo un problema con las autoridades por vender Batalla Naval", indicó Ernesto, quien se quejó de que la ley no sea más específica.

Ésta define como juguetes bélicos "aquellos objetos o instrumentos que, por su forma, imitan cualquier clase de arma", así como "aquellos que, aún sin promover una situación de guerra, establecen un medio de juego que estimula la agresividad o la violencia".

"Esto es muy genérico. No dice exactamente qué es bélico o no. Por ejemplo, en los juguetes de la Guerra de las Galaxias hay armas, pero son todas de fantasía. Aunque es cierto que un niño no distingue esas cosas", señaló el encargado de la juguetería.

En un piso inferior del mismo centro comercial, otra tienda vende, en oferta, una caja de "Stratego". El jefe, de apellido Martínez, le dijo a BBC Mundo que ellos entienden que las restricciones aplican "a los juguetes que tienen armas, pistolas, machetes y esas cosas".

Nueva realidad

Martínez le dijo a BBC Mundo que los fabricantes se han adaptado a la nueva realidad. Por ejemplo, los niños podrán no tener un Max Steele armado hasta los dientes, pero podrán hacerse con uno libre de material bélico. O mejor aún, pueden montar una bicicleta o una patineta con su rostro.

En una tercera juguetería, Israel, a cargo del local, encuentra que la medida ha tenido un efecto positivo. "Al principio la prohibición representó una disminución en las ventas, pero los padres tienen que ajustarse. No pueden dejar a los hijos sin su regalo en navidad", explicó.

A Reinaldo, un niño de unos 9 años que recorría los pasillos de la tienda lanzando exclamaciones ("pistas" o peticiones directas) aquí y allá, no parecían importunarle estas limitaciones. "Yo quiero un carro grande, en el que me pueda subir", le dijo, decidido, a BBC Mundo.

Pero Antonia, una madre de dos niños que pagaba unos paquetes en la caja, enfrenta una realidad distinta. "Los niños sí se decepcionan. Pueden tener los muñequitos, pero sin las pistolas o los accesorios, no les sirven de nada, les parecen inútiles".

Esto le impone más restricciones a Antonia, en un ambiente de pocas opciones, debido a la recesión económica y las limitaciones a las importaciones vigentes en Venezuela.

Mientras tanto, ONG dedicadas a la protección de los derechos del niño consideran que la ley antibélica ha ayudado, pero que no ataca, ni con mucho, la verdadera raíz del problema.

"El discurso nuestro en Venezuela es tan violento, normalmente hablando, que el hecho de que le quites los juguetes bélicos no va a hacer que modifiquen su conducta", le dijo a BBC Mundo la terapeuta familiar Yajhaira Paz Castillo, del Observatorio de la Infancia y la Adolescencia.

Para Paz-Castillo, el caso se parece al chiste del marido que encuentra a la esposa siéndole infiel en el sofá de la casa, y decide vender el sofá. "Es cierto que los padres y los niños tendrán que adaptarse. Pero en nueve meses (de vigencia de la ley), las cifras de criminalidad no han bajado. Siento que lo que tenemos es el caso del sofá", indicó.