domingo, 20 de marzo de 2011

Cargar energía en las pirámides el 21 de marzo, creencia sin fundamento

MÉXICO, 20 marzo 2011 (El Universal).- Acudir cada 21 de marzo las pirámides de Teotihuacán, Malinalco o el Tepozteco para "cargarse" de energía solar durante el inicio de la primavera es una creencia sin fundamento, porque este año eso ocurrirá este 20 de marzo a las 17:21 e incluso el suceso pude tener lugar en la noche, expuso el investigador Alejandro Lara Sánchez, del Instituto de Geofísica de la UNAM.

El especialista en física espacial dijo que la costumbre de portar atuendos blancos y visitar zonas arqueológicas para establecer "comunicación con el cosmos" no tiene base científica y sí mucho de esotérico, pese a que quienes defienden esta práctica, a veces echan mano de explicaciones que pueden sonar a astronomía.

"Que la gente se congregue en sitios prehispánicos para ser partícipes del inicio formal de la primavera sólo se explica porque las culturas originarias de México eran atentas observadoras del cielo y edificaron sus pirámides con una disposición tan particular, que reprodujeron ciertos fenómenos ópticos justo en el equinoccio", explicó.

El mejor ejemplo de esto, expuso Lara, es el templo de Malinalco, que cuenta con una pequeña abertura que sólo ese día deja pasar un haz solar que ilumina el interior de la construcción, o el maya de Kukulkán, que debido a un juego de luces, forma una sombra serpentina que avanza lentamente por su escalinata.

"Que los prehispánicos hayan podido reproducir algo tan complejo es sumamente interesante y nos habla de su genio, pero de ahí a pensar que se trata de magia o de una puerta a lo sobrenatural, hay mucha distancia", aseguro el profesor de la Facultad de Ciencias.

Patrimonio en riesgo

De acuerdo con información de la UNAM, el año pasado, las pirámides de Teotihuacan registraron una afluencia de más de 70 mil personas, por lo que se instrumentaron diversos operativos para salvaguardar los monumentos, así como una campaña para evitar concentraciones masivas.

Una de las estrategias para enfrentar oleadas y desalentar esta costumbre anual es invitar al público a conocer sitios mucho menos concurridos.

"Y no podría ser de otra manera, no hay nada que la sustente. Es una ocurrencia que además de dañar el patrimonio, también expone innecesariamente a los visitantes, pues además del peligro que implican las aglomeraciones, los ahí reunidos se someten a radiaciones", dijo Lara Sánchez.

Foto: Personas cargando energía en Teotihuacán el 21 de marzo 2008 (teotihuacanenlinea.blogspot.com)