domingo, 17 de julio de 2011

Un apocalipsis vehicular en Los Angeles











LOS ÁNGELES, 16 de julio 2011 (AP).- Un tramo de 16 kilómetros (10 millas) de una de las autopistas más transitadas de Estados Unidos se convirtió desde el sábado prácticamente en una carretera fantasma.

La carretera interestatal 405 —una autopista que normalmente se encuentra tan congestionada que los conductores dicen en broma que su nombre es una abreviatura de "tráfico que avanza a no más de 6 u 8 kilómetros (4 o 5 millas) por hora"— permanecerá cerrada durante 53 horas para un importante proyecto de construcción que inició durante la madrugada del sábado y que evaluará si esta ciudad dependiente de los vehículos puede o no cambiar sus hábitos de manejo un fin de semana.

Los trabajadores comenzaron a cerrar sistemáticamente rampas de acceso y salida desde las 7:00 de la noche del viernes, para luego iniciar el cierre de carriles a las 10:00 de la noche. Para las primeras horas del sábado, la sección completa de 16 kilómetros (10 millas) que atraviesa el Paso de Sepúlveda fue cerrada.

Desde hace semanas, las autoridades han pedido a los conductores que eviten usar el automóvil, a menos que quieran desatar lo que han apodado como "apocalipsis vehicular" —o "Carmageddon", en inglés.

Un embotellamiento de estas dimensiones podría causar que las filas de vehículos en la 405 se extiendan hasta calles y otras autopistas y genere un efecto dominó que podría paralizar gran parte de Los Angeles.

Con las alertas transmitiéndose por televisión, radio, redes sociales y anuncios en las carreteras que se extienden hasta San Francisco, los cerca de 4 millones de habitantes de Los Angeles parecen estar listos para alejarse de las carreteras.

El tránsito vehicular vespertino a la hora pico fue ligero poco antes del cierre de la autopista el viernes. "Cuando salí del trabajo era tierra de nadie", dijo Chip Dorsh a The Associated Press.

El alcalde Antonio Villaraigosa dijo que el tráfico fluirá lentamente si los conductores siguen el consejo y se mantienen cerca de casa durante el fin de semana.

Fotografías: AP