MOSCÚ, 30 agosto 2012 (RIA Novosti).- En la ciudad rusa de Kazán, un asesino mata a dos mujeres en su propia habitación escribiendo, supuestamente, con su propia sangre en el lugar de los hechos, "!Libertad para Pussy Riot!".
Los cuerpos de las victimas pertenecen a una mujer de 76 años y a su hija de 38, respectivamente. De acuerdo a la investigación preliminar, el asesinato tuvo lugar entre el 24 y 26 de agosto.
Las mujeres fallecieron a causa de múltiples heridas hechas con cuchillo. El grado de mutilación que presentan los cuerpos los hace irreconocibles.
El pasado 17 de agosto la Corte Jamóvnicheski de Moscú decretó que las tres integrantes de Pussy Riot Nadezhda Tolokónnikova, María Aliójina y Ekaterina Samutsevich, que llevaron a cabo en febrero una actuación de protesta en la principal catedral de Moscú, son culpables de "vandalismo" y "violación severa del orden público" por estos actos.
El caso Pussy Riot ha tenido una gran resonancia en la opinión pública rusa, que se divide en dos sectores: los que denostan su acción como un sacrilegio y los que consideran inocentes a las integrantes del grupo punk. La defensa de Pussy Riot, que esta semana ha apelado la sentencia de dos años de prisión, consideró el asesinato de las mujeres de Kazán “una vil provocación”, y destacó que los partidarios del grupo Punk son en su mayoría personas adherentes que se manifiestan de forma legal.
Detienen al presunto asesino de dos mujeres que escribió con sangre "¡Libertad Pussy Riot!"
El detenido confiesa que escribió el nombre del grupo punk para despistar a la policía y hacer pasar su asesinato por un crimen ritual
MOSCÚ, 31 agosto 2012 (RIA Novosti).- El Comité de Investigación de Rusia En la ciudad rusa de Kazán la policía ha detenido al presunto asesino de dos mujeres. El hombre, un profesor de 38 años, escribió en el lugar del crimen y con la sangre de sus víctimas el lema "¡Libertad para Pussy Riot!".
El detenido, que ha confesado su crimen, resultó ser un profesor universitario y candidato a doctor en ciencias de 38 años. En el colegio estudió con la más joven de las víctimas y mantenía una relación amistosa con ella. Según la investigación, el presunto asesino la convenció para que pagara buena parte de sus deudas, después de lo cual la mujer tomó un préstamo bancario de unos cientos de miles de rublos.
Mientras tanto, el sospechoso fingía estar enamorado de la víctima, le enviaba mensajes amorosos y le proponía irse juntos de vacaciones al mar. El Ministerio ruso del Interior, citando al sospechoso, revela que el asesinato de la mujer y de su madre se produjo tras una pelea ocurrida el 22 de agosto, cuando el presunto asesino llegó a la casa de su acreedora para decirle que no podía viajar.
Según el detenido, al enterarse de la noticia la mujer comenzó a insultarlo. Esto habría sacado de quicio al hombre, que agarró un cuchillo y se lo clavó en el cuello, después de lo cual empezó a asestarle numerosas puñaladas. En este momento entró en la habitación la madre de la víctima, a la que también acuchilló.
Para no levantar sospechas y despistar a la policía, el asesino escribió en el lugar de los hechos con la sangre de sus víctimas "¡Libertad para Pussy Riot!", haciéndose pasar su doble asesinato por una especie de crimen ritual. De esta forma, el presunto asesino intentó aprovechar el ruido generado en la opinión pública por el caso Pussy Riot, un grupo punk femenino que el pasado 21 de febrero interpretó un escandaloso ‘rezo anti-Putin’ en el altar de la Catedral de Cristo Salvador, en Moscú, después de lo cual fueron encarceladas y juzgadas por vandalismo y ofensa de los sentimientos religiosos de los ortodoxos.
La sociedad mantiene dos posturas en relación a ellas: los que califican su acción como sacrilegio y los que defienden la inocencia de las integrantes del grupo punk. El presunto asesino fue detenido en una habitación que alquilaba con sus padres y donde se escondía de sus numerosos acreedores. Una vez registrado el apartamento, la policía descubrió el cuchillo con el que fue cometido el crimen, 100.000 rublos (unos 2.500 euros) y dos móviles.
Ver otras notas sobre las Pussy Riot publicadas en Wicked Magazine.