WASHINGTON, 29 septiembre 2012 (EFE).- Un preso condenado a muerte en Luisana, Damon Thibodeaux, fue declarado inocente hoy, quince años más tarde de entrar en prisión, después de que los exámenes de ADN demostraran que no había participado en la violación y asesinato de una adolescente en 1996.
Thibodeaux, de 38 años y que llevaba en la cárcel de Angola (Luisana) desde 1997, había defendido su inocencia tras afirmar que su confesión fue forzada por un interrogatorio de más de 9 horas y su estado de agotamiento.
"En ese momento, estaba cansado, hambriento. Todo lo que quería era dormir, y estaba deseando contarles cualquier cosa que quisiesen con tal de que me sacasen de la sala de interrogación", explicó Thibodeaux en un comunicado divulgado por sus abogados.
Posteriormente, después de descansar, se retractó y defendió su inocencia. Sin embargo, fue condenado en 1997 por un jurado de Luisana a la pena capital.
Tras ser liberado hoy, afirmó estar "deseando volver a ser un hombre libre de nuevo, tengo una gran compasión por la familia de (la adolescente asesinada) Crystal Champagne. Espero sinceramente que la persona que la asesinó sea encontrada y llevada a juicio".
El grupo activista Innocence Project, que coordinó la defensa de Thibodeaux, señaló que es el decimoctavo reo que se encuentra en el corredor de la muerte en EE.UU. que es liberado a consecuencia de los test de ADN.
Champagne, de 14 años, fue hallada estrangulada bajo un puente a las afueras de Nueva Orleans, y Thibodeaux fue uno de los primeros interrogados.
La única prueba contra Thibodeaux fue su propia confesión, y el relato de dos testigos que afirmaron en un primer momento haberlo visto merodear cerca del lugar donde se encontró el cadáver pero que finalmente rectificaron.
En 1999, Thibodeaux solicitó que su condena fuese revocada por falta de pruebas, sin embargo la petición fue desestimada.
Posteriormente, el caso apenas sufrió variaciones hasta que el fiscal del distrito, Paul Connick, volvió a reabrir la investigación a petición del equipo de defensa del condenado que señaló que existía evidencia de su inocencia.
Por ello, se realizaron test de ADN y se entrevistaron de nuevo a testigos.
"Concluimos que la evidencia principal de este caso, la confesión, no era fidedigno. Sin esa confesión, la condena no se sostiene, y por ello y en interés de la justicia, debe ser abandonada", dijo Connick en el mismo comunicado.
Por tanto, Connick informó que "el caso por el asesinato de Champagne sigue abierto" y se retomará la investigación.
"En ese momento, estaba cansado, hambriento. Todo lo que quería era dormir, y estaba deseando contarles cualquier cosa que quisiesen con tal de que me sacasen de la sala de interrogación", explicó Thibodeaux en un comunicado divulgado por sus abogados.
Posteriormente, después de descansar, se retractó y defendió su inocencia. Sin embargo, fue condenado en 1997 por un jurado de Luisana a la pena capital.
Tras ser liberado hoy, afirmó estar "deseando volver a ser un hombre libre de nuevo, tengo una gran compasión por la familia de (la adolescente asesinada) Crystal Champagne. Espero sinceramente que la persona que la asesinó sea encontrada y llevada a juicio".
El grupo activista Innocence Project, que coordinó la defensa de Thibodeaux, señaló que es el decimoctavo reo que se encuentra en el corredor de la muerte en EE.UU. que es liberado a consecuencia de los test de ADN.
Champagne, de 14 años, fue hallada estrangulada bajo un puente a las afueras de Nueva Orleans, y Thibodeaux fue uno de los primeros interrogados.
La única prueba contra Thibodeaux fue su propia confesión, y el relato de dos testigos que afirmaron en un primer momento haberlo visto merodear cerca del lugar donde se encontró el cadáver pero que finalmente rectificaron.
En 1999, Thibodeaux solicitó que su condena fuese revocada por falta de pruebas, sin embargo la petición fue desestimada.
Posteriormente, el caso apenas sufrió variaciones hasta que el fiscal del distrito, Paul Connick, volvió a reabrir la investigación a petición del equipo de defensa del condenado que señaló que existía evidencia de su inocencia.
Por ello, se realizaron test de ADN y se entrevistaron de nuevo a testigos.
"Concluimos que la evidencia principal de este caso, la confesión, no era fidedigno. Sin esa confesión, la condena no se sostiene, y por ello y en interés de la justicia, debe ser abandonada", dijo Connick en el mismo comunicado.
Por tanto, Connick informó que "el caso por el asesinato de Champagne sigue abierto" y se retomará la investigación.
Fotos: Agencias