BUENOS AIRES, 20 septiembre 2012 (InfoBAE).- La madre de Edith Casas, la mujer que tomó la inexplicable decisión de unirse en matrimonio con el homicida de su hermana, dice que tiene "mucho miedo de que la mate"
Casi cuatro años duró la relación sentimental que unía a Víctor Cingolani con Johana Casas. El noviazgo tuvo un final trágico el 16 de julio de 2010, en la localidad santacruceña de Pico Truncado, cuando Johana fue asesinada por su pareja.
La disputa parece haber surgido de un triángulo amoroso, en el que Johana y Edith, su hermana gemela, se disputaban el amor de Cingolani.
La relación entre ellas era buena “hasta que se metió él en el medio”, asegura la mamá de las chicas, Marcelina Orellana.
Ahora, en medio del dolor por la muerte de su hija, Marcelina se acaba de enterar “por los medios” de que Edith se casará con el asesino de su hermana gemela.
“Tengo mucho miedo de que la mate”, aseguró en diálogo con el canal TN. Según Orellana, Edith vivía con ella hasta hace 10 días, cuando decidió escapar sin dar explicaciones. “De la noche a la mañana agarró sus cosas y se fue”. Ahora está viviendo con la hermana del homicida, quien fue condenado hace pocos meses a 13 años de prisión por su participación en el crimen.
“Los hermanos están muy dolidos por lo que hizo. Ahora ella sólo recibe consejos de la familia de Cingolani”, contó la mujer.