sábado, 4 de enero de 2014

Programador diseña videojuego caballeresco para proponerle matrimonio a su novia



MÉXICO, 4 enero de 2014 (PIJAMASURF).- Aunque puede considerarse anacrónica, la práctica de proponer matrimonio al “ser amado” (esa elusiva criatura de bestiarios que parecen ya remotos) todavía no ha caído en desuso, acaso porque de vez en cuando se la renueva con formas más o menos originales, o por lo menos creativas para volver a emplearla.

Tal es el caso de Robert Fink, programador de oficio que, al descubrirse profundamente enamorado de su novia, Angel White, tuvo la ocurrencia de “pedir su mano” por medio de un videojuego de su propia creación: una historia, claro, caballeresca (¿o es que hay amor fuera del amor cortés?) que lleva por nombre Knight Man: A Quest Of Love.



El video que acompaña la nota muestra el momento en que la mujer fue llevada al mundo de los 8 pixeles sin conocer la meta que le aguardaba. El juego, por otro lado, se encuentra disponible en línea.

En la página http://pixelproposal.com/ narran la historia completa, se encuentra el juego en linea (optimizado para Google Chrome), se invita a compartir en redes sociales y se solicita donación para la boda de los sueños.


Robert y Angel
"The first thought in my head when I saw her was "She's beautiful...and she plays video games... I want to marry her." Although I didn't propose out of impulse right away, I thought about it. Baby steps. 2.5 years later of smooching and whispering sweet nothings, I made a video game with my friends Ryan and Jack to propose to her. The reason? I couldn't allow myself to just do a normal proposal, it had to be special. Something we would remember forever to remind us where we started. Simple times playing games together growing up and learning that games can convey all sorts of emotion, I wanted her to see all the spikes I would jump over for her. :P" 
Robert Fink

En el punto opuesto del espectro amoroso pero paralelo como ejercicio de programación, vale la pena recordar el videojuego basado en la canción Love Will Tear Us Apart de Joy Division, para recordar el fin de una relación.