La mujer llamada Zoe Butler encontró una pequeña cabeza de color naranja con dos ojos negros mirándola fijamente al abrir la lata de atún, según narra el diario británico The Telegraph.
Molesta y enojada, le tomó una foto y la publicó arrobando a la cuenta de la red social Twitter del periódico local Nottingham Post.
De acuerdo con The Telegraph, la publicación generó un enorme revuelo en la red social de microblogging, al punto que el tema generó un hashtag: #tunagate, una comparación sarcástica con el escándalo político de Watergate que sucedió en Estados Unidos en el año de 1972.
Fue hasta que el Museo de Historia Natural de Londres explicó que probablemente se trate de una especie de nombre Cymothoa exigua conocida como “el parásito come lenguas”.
El minúsculo animal se alimenta de la lengua de los atunes, entrando antes por sus branquias y viviendo dentro del pez.
Este parásito se adhiere a la lengua y bebe de la sangre del animal, hasta que el órgano se atrofia y desintegra.
A partir de entonces, la Cymothoa se alimenta de las mucosas del anfitrión sin robarle la comida que este ingiere ni hacerle daño.
El parásito en cuestión es el único conocido que sustituye funcionalmente a un órgano, indicó el Museo.
Un profesor de Parasitología Veterinaria de la Universidad de Nottingham manejó la hipótesis de que el ser vivo es una especie de cangrejo joven, indica también The Telegraph.
Otras opciones consideradas dentro del hashtag fueron: un feto de pez globo, un renacuajo y la cabeza de una tortuga.
Por su parte, la empresa empacadora de la lata de atún Princes, escribió un comunicado a la prensa asegurando que se comunicó con la mujer que encontró al pequeño animal y realiza las gestiones para hacerse con el producto adulterado, a efectos de analizar la especie encontrada.