Imagen del joven en el quirófano antes de ser operado en el centro hospitalario (Foto: EL MUNDO) |
Dos semanas después, nadie pensaría que el joven que se pasea estos días por los pasillos del área de Psiquiatría del Hospital es el mismo que tenía un sable incrustado a escasos centímetros del corazón. "La operación fue un éxito total. El chico está perfectamente. Tiene un retraso mental y es consciente de lo que hizo.Dice que se confundió", cuentan desde el centro.
Nos aseguran que se trata de un chaval menor de 25 años, que entró en una tienda de antiguedades del centro Zaragoza. Cogió una espada y se la clavó en el pecho.Varios agentes de la Policía Nacional le encontraron tirado en el suelo, desangrándose en medio de la calle. Apuntan a que fue un intento de suicidio.
La historia es vox populi en la capital maña, las fotos y el vídeo están empezando a circular por los grupos de Whatsapp. "Es una espada decorativa, de unos 40 centímetros, una imitación de la que utilizaba el ejército. Lleva adornos judíos en el pomo y esfinges egipcias en el guardamanos. Puede ser hasta una de las que usan para cortar las tartas de bodas. El chico la puede haber comprado en cualquier cuchillería", nos explica José Pascual, que tiene una tienda de antigüedades en Zaragoza.
Los médicos tienen claro que el chico se ha salvado por los pelos. Medio centímetro más y la espada habría atravesado el corazón.