TOKIO, 20 septiembre 2018 (BBC).- En Japón, un tatuaje puede herir la sensibilidad. Por ello se ha pedido a los jugadores de la próxima Copa Mundial de Rugby, que se disputa el próximo año en Japón, que oculten sus tatuajes. Los deportistas tendrán que utilizar chalecos cuando estén en un gimnasio o una piscina para ocultarlos.
Fotografía de Adidas |
El destacado equipo de Nueva Zelanda, los All Blacks, confirmó que sus jugadores -muchos de los cuales tienen sus brazos completa o parcialmente tatuados- cumplirán la solicitud.
"Cuando uno de nuestros equipos está de gira nos esmeramos por respetar las costumbres y cultura locales, y esto no cambiará cuando visitemos Japón", dijo el director en jefe de rugby de Nueva Zelanda, Nigel Cass, al sitio de internet Stuff.
Relajar las reglas
En 2016, la agencia de turismo de Japón instó a los spas del país a que relajaran las reglas, señalando que hay grandes diferencias culturales entre cómo se interpretan los tatuajes en casa y en el extranjero.
La organización sugirió que los onsens y baños públicos ofrecieran cubiertas adhesivas para los tatuajes de los visitantes o que reservaran horas específicas durante el día en las que los tatuados puedan utilizar las instalaciones.
Una encuesta realizada en 2015 reveló que el 56% de los hoteles y hostales no permitía que los huéspedes tatuados utilizaran los baños comunes.
Una racha de películas sobre la yakuza ha cambiado cómo se interpretan los tatuajes en Japón.
Los tatuajes no siempre han tenido esa imagen negativa en Japón. Es un arte milenario con connotaciones de espiritualidad y estatus.
Pero a partir de los años 60, los tatuajes quedaron identificados con la yakuza o mafia japonesa después de una serie de películas que mostraban a los pandilleros tatuados.
Se estima que la yakuza tiene unos 60.000 miembros.
Tatuajes ornamentales Yakuza
Fotografías de Getty Images, retomadas del Dailymail