ARIZONA, 25 julio 2019 (Gizmodo).- En 2013, las autoridades federales comenzaron a investigar a “vendedores de cuerpos”, empresas que venden cuerpos que fueron donados con fines de investigación, como el Centro de Recursos Biológicos con fines de lucro de Arizona (BRC). Esta compañía fue cerrada en 2014 tras una redada del FBI, pero ahora los detalles de testigos visuales se están haciendo públicos por primera vez, y son casi demasiado terroríficos y espeluznantes como para parecer reales. Pero lo son.
Fuente: ABC |
Según Reuters, los agentes encontraron 1.755 partes de cuerpos humanos en las instalaciones de BRC, llenando 142 bolsas de cuerpo con un peso total de 10 toneladas.
Matthew Parker, otro exagente del FBI que trabajó en el caso de BRC, dijo a Reuters que el traslado de bolsas de cadáveres desde las instalaciones resultó en que fuera diagnosticado con síndrome de estrés postraumático. “No pude dormir después de ver eso”, dijo Parker. “Parecía una tienda de chatarras donde habían destruido y despedazado cuerpos“.
El testimonio de Cwynar salió a la luz como parte de una demanda de 33 personas que dicen que BRC adquirió los cuerpos de sus familiares a través de “declaraciones falsas”. El demandante Troy Harp, quien entregó los cuerpos de su madre y abuela a BRC, le dijo a KTVK que creía que sería utilizado para investigaciones científicas.
“Para investigar acerca del cáncer, la leucemia y cualquier otra cosa, utilizando células de muestra”, dijo Harp. “Eso es lo que me dijeron”.
Sin embargo, Reuters reporta que al menos 21 cuerpos donados a BRC fueron utilizados más tarde por el Ejército de los Estados Unidos para experimentos de explosiones, con la intención de estudiar los efectos de las bombas de carreteras.
El caso de BRC puede ser un ejemplo particularmente espantoso, pero apunta a problemas más grandes de transparencia y regulación en esta industria tan poco conocida. A menudo ofreciendo servicios de cremación gratuitos a las familias en duelo, estos vendedores después venden cuerpos donados en un mercado de investigación donde se puede comprar una cabeza humana por tan solo 300 dólares. (Los documentos muestran que BRC valoró cadáveres enteros en 5.000 dólares en 2013).
En casi todo Estados Unidos la venta de partes del cuerpo humano no transplantables es legal, siempre y cuando no sean fetos. En los últimos años, Arizona y Colorado han promulgado leyes para regular a los intermediarios en estas transacciones (los vendedores de cuerpo), pero casi ningún estado tiene reglas explícitas sobre cómo deben almacenarse o venderse los cadáveres donados.
Después de declararse culpable de control ilegal de una empresa, el propietario de BRC, Stephen Gore, escribió en una carta a un juez que el negocio era un “trabajo de amor” que lo había abrumado. “Esta era una industria que no tenía regulaciones formales para buscar orientación”, escribió. Gore fue finalmente sentenciado a un año de cárcel diferida y cuatro años de libertad condicional.