domingo, 10 de agosto de 2008

Pene de burro, lagartijas, caballo de mar, para comer en Beijing 2008

PEKÍN, 9 agosto 2008 (Reuters) - Un caballo de mar hecho kebab, un escorpión frito o quizás una porción de 'foie gras' con forma de raqueta de tenis de mesa. Esas son algunas de las opciones en el menú que Pekín, una ciudad conocida por su peculiar gastronomía, ofrece a los visitantes que durante los Juegos Olímpicos se atrevan a probar platos fuera de lo común.

Algunos de los 40.000 restaurantes que se estima que posee la ciudad han añadido versiones deportivas conservando la tradición china de hacer creaciones culinarias únicas para ocasiones especiales.

El Quanjude, un conocido establecimiento donde se come pato, tiene una amplia variedad de platos con una temática olímpica, como caracoles cortados como botes con espárragos como remos, pequeñas mazorcas de maíz como bates de béisbol y nidos de pasta que emulan al estadio olímpico, el Nido.

Los bares donde se pueden ver los deportes esperan que el flujo de siete millones de visitantes los beneficie, como es el caso del restaurante y bar "W", ubicado en la popular zona de Anlitun, cuyo copropietario es el ex campeón de tenis de mesa Jan-Ove Waldner.

"Todo el mundo va a estar pensando en los deportes todo el tiempo y vamos a tener eventos olímpicos todo el tiempo", afirma Chris Lee, consejero delegado del centro que tiene mesas de tenis como mesas para comer.

A pesar de que la carne de perro fue oficialmente quitada de los menús por los Juegos Olímpicos para no ofender a los visitantes, todavía se pueden encontrar trazos de inusuales 'delicatessen'.

El restaurante Guolizhuang por ejemplo se especializa en penes de animales mientras muchos otros sitios sirven carne de burro.

Los puestos callejeros en la zona de Wangfujing venden hipocampos por 30 yuanes y cigarras por cinco. La cultura tradicional china sostiene que ciertos animales tienen propiedades medicinales.

Los hipocampos son buenos para los riñones de los hombres y para su virilidad. Estos (crustáceos) ayudan a la mirada y a la piel de las chicas, y estas (lagartijas) son para chicos y chicas, porque ayudan a la virilidad
Sun Hainan, vendedor callejero


Sin embargo, parece que hay pocos visitantes dispuestos a probar esta comida. Una de las más grandes agencias de viaje chinas, CITS, dice que los visitantes pueden pensar que la comida es poco apetitosa pero necesitan superar "la brecha cultural y mirar con una mente abierta".

"Han habido períodos de hambrunas severas tan cercanos como en la década de 1960 donde cientos de millones murieron de hambre. En ese entonces, hubieran estado felices de lo que hay hoy en el menú", dijo la agencia en un comunicado.

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