viernes, 6 de febrero de 2009

Brujo poblano hace limpia a la embajada de México en España

MADRID, 6 febrero 2009 (EL Universal).— El miércoles por la noche, cuando las oficinas estaban vacías y únicamente se encontraba en el inmueble el personal de seguridad, un chamán mexicano distribuyó incienso, veladoras y vasos de agua en el interior de la Embajada de México en Madrid. Su objetivo era realizar una “limpia” como las que realizan habitualmente en México los santeros, espiritistas y brujos que recurren a tradiciones y métodos prehispánicos que perduran hasta nuestros días.

La política mexicana cuenta con una nutrida lista de episodios protagonizados por líderes políticos, sindicales o empresariales que acuden a chamanes para que realicen rituales de este tipo para “ahuyentar las malas vibras” o simplemente para aumentar su poder. Sin embargo, esta es la primera vez que trasciende nuestras fronteras y se realiza en una sede diplomática.

El embajador de México en España, Jorge Zermeño, negó categóricamente los hechos, a pesar de que EL UNIVERSAL tiene constancia de los mismos.

El ritual tuvo lugar el miércoles alrededor de las 22:00 horas en el imponente edificio de la embajada mexicana. En concreto, en la sede del fideicomiso ProMéxico, uno de los programas creados por el presidente de México, Felipe Calderón, que sustituyó a la entidad que hasta ahora se responsabilizaba de impulsar la inversión mexicana en el exterior y atraer capital extranjero a nuestro país, Bancomext.

Allí un supuesto brujo procedente del estado de Puebla y que habría viajado a Madrid con el secretario de Turismo del gobernador, Mario Marín, para participar en la Feria Internacional de Turismo Fitur, prendió las veladoras y el incienso, colocó los vasos de agua de forma estratégica e inició la magia blanca.

Al parecer, la presencia de un chamán en la sede diplomática mexicana pretendía ahuyentar “las malas vibras”. “Limpiar” sobre todo el citado despacho de ProMéxico, ya que el próximo mes se llevará a cabo el relevo en la dirección del fideicomiso, que será responsabilidad de Ximena Caraza, actual directora regional para Europa del Consejo de Turismo de México y quien llevó al brujo a la sede diplomática.

Una fuente fidedigna explicó a EL UNIVERSAL que “el ritual se llevó a cabo en presencia de ocho personas y después de haber estado tomando en un bar cercano a la embajada”.