MIAMI, 18 febrero 2009 (EuroPress).- La NASA pone a punto su misión para encontrar agua helada en la Luna por un procedimiento novedoso: estrellar una nave y analizar después la ‘humareda’ provocada en el satélite.
Se trata del proyecto LCROSS (Satélite para la Observación y Detección de los Cráteres Lunares), que ya ha sido enviado por su fabricante, Northrop Gruman, hasta el Centro Espacial Kennedy, en Florida para su lanzamiento esta primavera, a primeros de abril.
La misión primordial del satélite es la búsqueda de agua helada en la Luna, concretamente en un cráter permanentemente oculto cerca de uno de los polos. LCROSS es un satélite de bajo coste y rápida construcción, que realizará su misión junto al Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO). En el centro de lanzamiento, los dos aparatos serán integrados en un cohete Atlas V Centauro. Se trata de las primeras misiones dentro del plan de la NASA para el retorno del ser humano a la Luna e iniciar el establecimiento estable en nuestro satélite hacia 2020.
Según lo previsto, tras su lanzamiento, el LCROSS y la fase superior del cohete volarán hacia la Luna y entraran en una órbita que prevé el impacto contra la superficie. En la aproximación final, el satélite y el cohete se separarán. Será entonces cuando el Centauro se estrellará justo contra el cráter elegido para la investigación, provocando un destello de escombros que se elevará sobre la superficie.
Cuatro minutos después, el LCROSS pasará a través de esa columna de humo, recogiendo y enviando datos hasta la Tierra antes de estrellarse también contra la superficie lunar y crear un segundo penacho de escombros. Los científicos aprovecharán toda esa actividad en la normalmente imperturbable superficie de la Luna para determinar la presencia o ausencia de agua helada, un elemento clave para que el ser humano pueda establecerse en bases permanentes.