Continuación de la nota Se acaba la controversia Los Obama ya tienen un perro de agua portugués llamado Bo, publicada el 12 de abril 2009
NUEVA YORK, 13 abril 2009 (Reuters).- Los protectores de animales manifestaron el lunes su decepción porque el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su familia eligiesen un perro de pura raza de un criador en lugar de rescatar a uno de una perrera.
Bo, el nuevo perro de aguas portugués de la primera familia de EEUU, es un can de seis meses que fue devuelto a su criador de Texas por su primer propietario.
"Creo que todos los que trabajamos intentando conseguir un hogar a los animales abandonados habíamos esperado que eligiesen a un perro de algún refugio", dijo Steve Gruber, portavoz de la Alianza Municipal para Animales de la Ciudad de Nueva York.
"Su decisión de acudir a un criador es un decepción. Elegir a un perro de refugio hubiera sido un mensaje realmente fuerte para el pueblo americano", dijo.
El perro de aguas portugués fue elegido en parte porque esa raza es hipoalergénica y Malia Obama es alérgica.
Sin embargo, un perro de ese tipo también se podría haber encontrado en sitios de acogida de animales en Internet o a través de grupos de rescate de perros de agua portugueses, dijo Antonia Kwalick, coordinadora de adopción para el grupo de rescate Infinite Hope en Brooklyn, Nueva York.
Por ejemplo, Pepper, un joven perro de aguas portugués listo para su adopción en la cercana Arlington, Virginia, hallado tras solo unos clicks en el ordenador, dijo Kwalick. Los protectores del peludo Pepper, de ojos marrones, lo describen como un perro "dulce y adorable" al que le "encantan los niños".
"Estoy realmente decepcionada", dijo Kwalick, calificando la decisión de Obama de "elitista" por "querer un perro de pura raza y obtenerlo de un criador por lo que se presupone que es perfecto".
"Hubiera sido muy bueno para las niñas entrar en una perrera y ver cuántos animales necesitan un hogar. Deberían haber dado un mejor ejemplo", dijo.En la blogosfera, las opiniones eran contrapuestas. Mientras algunos blogueros se mostraban críticos, otros destacaban que Bo ya había sido devuelto por un propietario y también necesitaba un hogar.
Algunos protectores de animales expresaron su temor de un posible incremento del número de personas que querrán un perro de aguas portugués y que posiblemente luego se vean incapaces de hacerse cargo de unos perros que tienen mucha energía. Esos canes podrían acabar en refugios, donde millones de perros y gatos abandonados son sacrificados cada año, dijeron.
"Es una espiral que debería parar", dijo Kwalick.