MADRID, 19 mayo 2010 (EFE).- Por cada gramo de cocaína que se consume en España o en cualquier otro país del planeta se destruyen cuatro metros cuadrados de bosque en Colombia, un país que produce 500 toneladas anuales de esta droga que en los últimos años ha acabado con dos millones de hectáreas de selva colombiana.
Consciente de este problema, la Fundación colombiana de protección del Medio Ambiente RenaSer ha puesto en marcha la campaña "Todos somos madre tierra" tanto en Colombia como en los principales países consumidores de cocaína -como es el caso de España-, para concienciar a la población de que el consumo de esta droga no sólo tiene consecuencias personales, sino también ambientales.
La primera iniciativa ha tenido lugar este mediodía en Madrid con la inauguración de una exposición permanente en el Embajada de Colombia para la que un total de cincuenta artistas españoles y colombianos han pintado algunas de las especies de plantas de Colombia en peligro de extinción, como la rosa del monte o el frailejón.
El propio presidente de Colombia, Álvaro Uribe, ha sido el encargado de colgar simbólicamente el último cuadro de la muestra, un orquídea insigne colombiana, y de desear que la exposición suponga un "reto" para que Colombia "no se destruya".
Uribe ha incidido en su discurso en el "daño" que la droga ha hecho a su país, donde el narcotráfico está arrasando de manera "indiscriminada" 300.000 hectáreas de bosque al año, destruyendo ecosistemas y provocando desequilibrios ambientales.
El "devastador" efecto que tiene la producción de esta droga se incrementa con datos como que para producir un kilo de pasta de coca se generan 600 kilos de residuos químicos sólidos y 920 de líquidos, y se contaminan 200 litros de agua de los ríos, a los que van a parar los plaguicidas, amoniacos, ácidos sulfúricos, gasolina y otros químicos utilizados para el cultivo.
Unidos a las talas, todos estos elementos están destruyendo el hábitat de muchas especies en Colombia, un país que, según ha recordado la presidenta de RenaSer, Elisabeth De Rodado, atesora el 10 por ciento de la biodiversidad global, posee el área más extensa de bosques tropicales y cuenta con la red hídrica más grande del mundo.
Todo ello lo convierte en uno de los "máximos proveedores más importante de servicios ambientales", como es el caso de los importantes "sumideros" de carbono que constituyen sus bosques, que "no pueden seguir siendo talados a esa velocidad".
De ahí, la importancia de prevenir el consumo de droga, ha apuntado De Rodado, informando a adolescentes y jóvenes de Colombia y de Europa del daño que causa en la salud y en el ecosistema, el cultivo, procesamiento y distribución de la coca.
De este modo, y en el marco de esta campaña, se emitirán cuñas publicitarias en radio y televisión, y se promoverán exposiciones sobre la biodiversidad colombiana, como la inaugurada hoy en Madrid, en todas las embajadas de Colombia en los grandes países consumidores de cocaína.
En el caso de la exposición de Madrid, han participado más de una veintena de pintores colombianos y otros tantos españoles que han reflejado en sus cuadros especies de flora colombiana en peligro de extinción.
La Fundación RenaSer invita a que los empresarios y a los gobiernos que quieran ayudar a proteger dichas especies colaboren apadrinado estos cuadros (3.000 euros la obra) que irán destinados a proteger la especie representada.