JILIN, 29 julio 2010 (BBC).- Equipos de emergencia en China intentan recuperar unos 3.000 barriles metálicos con sustancias tóxicas e inflamables que fueron arrastrados por las aguas a un río en el noreste del país, a causa de las inundaciones de los últimos días.
Las severas inundaciones arrasaron con los centenares de contenedores de productos químicos cuando las aguas entraron a dos fábricas donde estaban almacenados, situadas cerca del río Songhua en la ciudad de Jilin.
Hasta el momento se han recuperado unos 400 barriles en ocho puntos a lo largo del río.
Según reportes de la prensa oficial, la calidad del agua está siendo analizada y hasta el momento no parece que haya ningún derrame de tóxicos al río.
Varias zonas de China se han visto afectadas por fuertes precipitaciones y severas inundaciones en las últimas semanas.
En esa misma ciudad se reportó que unas 30.000 personas estaban atrapadas por las aguas de una represa que se desbordó y dos ríos que se han salido de sus cauces.
Según varias agencias, la cantidad de personas fallecidas a causa de las inundaciones estaría llegando a 1.000.
Aunque China sufre cada año esta temporada de lluvias tipo monzón, las autoridades afirman que en esta ocasión se trata de las precipitaciones más fuertes en más de una década.
Riesgo de contaminación
Según el corresponsal de la BBC en Pekín Michael Bristol, el río Songhua es la fuente directa de abasto de agua potable para varias grandes ciudades.
Es el tributario más grande del río Heilongjiang, en la frontera entre China y Rusia.
Bristol explicó que 7.000 barriles fueron a parar a las aguas del río. Sin embargo, la agencia estatal china Xinhua confirmó que sólo 3.000 contenían sustancias inflamables y los demás estaban vacíos.
El corresponsal de la BBC señala que el abastecimiento de agua fue suspendido temporalmente en varias zonas, afectando a unas 4.5 millones de personas, lo que desató el pánico entre los residentes que corrieron a comprar agua embotellada.
Pero este jueves en la mañana el suministro se había restablecido.
Las autoridades ambientalistas aseguraron que las aguas del río no estaban contaminadas y que seguirían de cerca la situación.