jueves, 7 de octubre de 2010

Un accidente mortal por error del GPS deja atónitos a los expertos en España

MADRID, 7 octubre 2010 (EFE).- Un accidente de tráfico mortal ocurrido en España por las indicaciones erróneas proporcionadas por un GPS ha dejado boquiabiertos a los expertos de las asociaciones automovilísticas y ha suscitado un debate sobre la eficacia de ese popular sistema de navegación.


El suceso acaeció el pasado sábado, cuando un vehículo que circulaba de noche por una carretera cortada cayó a un embalse en la provincia de Badajoz (suroeste español).

Los dos ocupantes del coche, de origen senegalés, pudieron salir del automóvil, pero sólo uno de ellos alcanzó la orilla a nado, mientras el conductor, de 37 años, desapareció bajo el agua y perdió la vida.
Al parecer, según relató el superviviente, el navegador les señaló una antigua carretera que acababa en el embalse, aunque la oscuridad de la noche no les permitió frenar a tiempo y el vehículo se sumergió en el agua en pocos minutos.

"Es un caso inaudito. No es frecuente. Alguien pudo contar lo que ocurrió, porque si no, pasaría a la estadística como un accidente en el que un automóvil cae a un embalse", declaró a Efe el presidente de Automovilistas Europeos Asociados (AEA), Mario Arnaldo.

Para el director del departamento de asesoría jurídica del Comisariado Europeo del Automóvil (CEA), Eugenio Dobrynine, "es un caso un tanto extraño", pues "ya son años los que llevan los GPS en funcionamiento y no hemos tenido ningún caso de esos".

Tampoco existe "ninguna estadística" que contabilice los accidentes motivados por un fallo del navegador, confirmó a Efe un portavoz de la Dirección General de Tráfico (DGT), quien arguyó que hay muchas "clasificaciones de accidentes", si bien resulta muy complicado "hilar tan fino" y "recoger todos los factores".

La DGT, por cierto, se afana siempre en recordar que la Ley de Seguridad Vial vigente en España penaliza al conductor, con una sanción económica de 200 euros (280 dólares) y la retirada de tres puntos del carné, por la manipulación del GPS mientras el vehículo está en marcha.

El GPS (siglas de la expresión inglesa "global positioning system", que significa sistema de posicionamiento global) es un sistema de navegación por satélite que permite determinar en todo el mundo la posición de un objeto, un vehículo, una nave o una persona, con una precisión hasta de centímetros en algunos casos.
Desarrollado, instalado y operado por el Departamento de Defensa de Estados Unidos, el GPS se ha convertido en una herramienta tan popular y útil que, sólo en España, la usan "la mitad de los conductores", precisó a EFE el coordinador de seguridad vial del Real Automóvil Club de España (RACE), Antonio Lucas.

Sin embargo, la tragedia de Badajoz ha puesto de manifiesto que estos dispositivos no son tan infalibles como piensa mucha gente.

"La infalibilidad de estos aparatos -explicó Lucas- viene relacionada con la actualización y la actualización tiene un problema, que es su coste. Muchos conductores no actualizan los mapas del navegador porque tiene un coste muy elevado".

El siniestro del embalse también evidencia que el GPS puede provocar una distracción que, en ocasiones, "llega a tales extremos que la realidad virtual sustituye a la realidad, que en lugar de estar prestando atención a la carretera, lo que se está es prestando atención a una pantalla", advirtió Arnaldo.
"En España, la primera causa de accidentalidad con víctimas son las distracciones", agregó el presidente de AEA, al insistir en que el navegador "puede ser un instrumento utilísimo para la conducción", pero no debe tomarse como "un dogma de fe".

En esa idea incidió Lucas, para quien el GPS "es un sistema útil, porque un conductor perdido es un conductor peligroso", si bien los navegadores han de utilizarse "con responsabilidad" y con un sistema de voz que dicte las instrucciones.

Por insólito que parezca el suceso de Badajoz, la Policía canadiense informó este miércoles de que una automovilista sufrió un percance similar y acabó en un pantano en el este de Toronto tras seguir las indicaciones de su GPS.

La mujer tuvo más suerte que el ciudadano senegalés que murió en España, ya que pudo ser rescatada por los bomberos mientras su vehículo se hundía y ella luchaba por mantener el equilibro sobre el techo del automóvil.

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