LA HABANA, 28 diciembre 2010 (Reuters).- Tijera en mano, unos 300 peluqueros celebraron el Día del Barbero en Cuba con un maratón de pelados, un evento que pretende dignificar el oficio en un momento en que el Gobierno de la isla amplía el sector privado para hacer más eficiente su sistema socialista.
Barberos y peluqueros de varias generaciones se reunieron en una céntrica plaza de La Habana Vieja y simultáneamente cortaron el pelo durante casi tres horas, un concierto de tijeras que acompañó la música de la Orquesta Sinfónica Juvenil.
"Siempre nos interesó muchísimo la historia del oficio nuestro (...) Es una manera que tenemos para dignificar el oficio", dijo a Reuters el peluquero Gilberto Valladares (Papito), organizador del evento y director del proyecto Artecorte de la Oficina del Historiador de La Habana.
"Me parece justo que nosotros tengamos una fecha y que también como otros oficios celebre su día"
Valladares, de 41 años, explicó que el Día del Peluquero cubano se celebra desde 1947 en honor de Juan Evangelista Valdés y Veitía, un famoso barbero, poeta y periodista que nació el 27 de diciembre de 1836 y es recordado por su lucha en favor de que los que ejercían como barberos tuvieran derecho a la jubilación.
El homenaje a los barberos llega en un momento en el que el Gobierno de la isla ha comenzado a "actualizar" su modelo económico con vistas a hacer más eficiente su sistema, incluyendo entre las medidas una expansión del sector privado para disminuir el papel del Estado.
En un primer paso, las autoridades cubanas comenzaron a entregar en abril pasado la administración de cientos de pequeñas barberías y salones de belleza del Estado a los empleados, quienes en lugar de trabajar por un salario ahora podrán alquilar salones y pagar impuestos.
"Me parece que es un buen momento porque el movimiento de barberos y peluqueros en Cuba es muy fuerte (...) Es una buena iniciativa porque a partir de ahora se van a incrementar los salones, los espacios, las barberías, las peluquerías", dijo Valladares, aludiendo al plan del Estado.
Al ritmo de la música de La Pantera Rosa, Laritza García, de 19 años, cortaba el cabello de otra chica que le sirvió de modelo.
"Me parece súper bien porque aquí todo el mundo puede manifestar su talento", dijo a Reuters mientras manipulaba peines y tijeras.