VARSOVIA, 8 enero 2011 (AFP).- Después de 60 años de exilio en Suiza, la duquesa María Cristina de Habsburgo vive sola en un departamento de dos piezas arreglado especialmente para ella dentro del vasto palacio donde pasó su infancia, en Zywiec, en el sur de Polonia.
"¿No es curioso? Vivo aquí como arrendataria en mi propio palacio", señaló riendo a la AFP.
"Estoy encantada de regresar al lugar donde nací, donde viví mi niñez", cuenta esta mujer de 87 años, completamente vestida de negro
El regreso de la duquesa a su tierra natal solamente fue posible tras la caída del régimen comunista en Polonia, hace poco más de 20 años. Los Habsburgo habían sido expulsados del castillo por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, y luego también por los comunistas después de 1945.
En 2001 la ciudad de Zywiec invitó a la duquesa a regresar, proponiéndole vivir en un pequeño apartamento situado en lo que alguna vez fue la sala de juegos, en la primera planta del palacio. De esta manera la duquesa, que se encuentra en silla de ruedas, podría disfrutar del enorme jardín que lo rodea.
"Cuando la ciudad me propuso volver al palacio, no lo dudé un instante. Me deshice de mi apartamento en Suiza y vine. Estoy muy contenta, me tratan como una reina", señaló la duquesa, describiéndose como "una Habsburgo completamente polaca".
"La familia nunca buscó recuperar sus bienes (tras la caída del comunismo) y desea que el palacio, que alberga una escuela, continúe al servicio de los habitantes de Zywiec", indicó Tomasz Terteka, portavoz de la alcaldía.
Nada dentro del apartamento de la duquesa recuerda el pasado fastuoso de los Habsburgo. No hay antigüedades ni cuadros, ni recuerdos de la familia. Los muebles son sencillos y rústicos en el piso de la anciana, a quien acompañan permanentemente dos gatos y dos asistentes sociales.
Los antepasados de María Cristina tomaron posesión de Zywiec después de las sucesivas particiones de Polonia entre Rusia, Austria y Prusia, cuando los Habsburgo reinaban en el imperio austrohúngaro.
Cuando Polonia recuperó su independencia tras la Primera Guerra Mundial, el archiduque Carlos Esteban -abuelo de la duquesa- adoptó la nacionalidad polaca, llegando incluso a ser propuesto como posible rey por sectores monarquistas de este país.
Como su abuelo, María Cristina se siente polaca.
"No soy austríaca. Mi lengua materna no es el alemán, sino el polaco", señala.
Cuando estalló la Segunda Guerra Mundial tras la invasión de Polonia por los nazis, el padre de la duquesa -el duque Carlos Alberto- se negó a declararse alemán o a abandonar el ejército polaco. La decisión del duque significó su envío a un campo de trabajo y la pérdida de sus propiedades.
Pero esto no impidió que la madre de María Cristina se uniera a la resistencia polaca y que su hermano se integrase al ejército polaco en el exilio, basado en Londres.
Tras la guerra, los Habsburgo de Zywiec -considerados polacos por los nazis- fueron despojados de su nacionalidad por los comunistas y expulsados del país, acusados de ser aristócratas austríacos. En 1947 perdieron de manera definitiva sus bienes, así como sus fábricas y empresas.
Sin embargo, los habitantes de Zywiec no se olvidaron de los méritos de la familia. Todos los años, en el cumpleaños de la duquesa María Cristina, se realiza una gran fiesta en el pueblo.
"La duquesa es nuestra embajadora, es el símbolo del patriotismo, del apego a esta tierra y a Polonia, y un ejemplo a seguir para todos", señaló el alcalde Antoni Szlagor.
Imagenes: Reuters / AFP / Hola