domingo, 6 de febrero de 2011

Unos 400 aficionados con entradas no pudieron ver el Super Bowl



DALLAS, 6 febrero 2011 (EFE).- El dueño de los Cowboys de Dallas, Jerry Jones, y del estadio que lleva el nombre de su equipo, se había propuesto batir la marca de asistencia a un partido de Super Bowl, pero la ambición le jugó una mala pasada ya que tuvo graves problemas en completar el aforo que deseaba.

Aproximadamente 1.250 aficionados fueron cambiados de lugar antes que diese comienzo el partido más esperado de todo el año en Estados Unidos, debido a que sus asientos temporales parecían inseguros.

De hecho, a 400 aficionados no se les permitió permanecer dentro del estadio y a 850 fueron colocados en otro sitio dentro del mismo recinto, que su construcción costó 1.300 millones de dólares.

Como era de esperar, la acción generó todo tipo de indignación y frustración a los aficionados que no pudieron permanecer dentro del estadio aunque habían pagado una gran cantidad de dinero. "Jerry vendió entradas que no le pertenecían", denunciaron aficionados de ambos equipos. "En cualquier parte del mundo a esto se le llama fraude".

La NFL informó en un comunicado oficial de que los aficionados colocados en otros asientos fueron "similares o mejores". Mientras que los que fueron rechazados recibirán un reembolso del triple del valor real de la entrada, que varía entre los 600 a 1.200 dólares, lo cual podría no ser suficiente para quienes pagaron mucho más a revendedores, sin mencionar los costos de viaje y hotel.

Algunos aficionados ya reclamaban que habían pagado hasta 3.000 dólares por una entrada de 600 dólares, lo que significaba que los 1.800 que iban a recibir de compensación no les cubría la inversión y además se quedaron sin ver el partido.

Pero los aficionados afectados reivindicaron que no querían dinero sino ver el partido desde dentro del estadio, especialmente los que habían viajado hasta Arlington (Texas) desde otras partes del país.

Mientras que a la mayoría de los aficionados se les permitió el ingreso al estadio, los aficionados de las áreas afectadas fueron colocados en una zona cerrada con valla, donde poco a poco se les fue incrementado el enfado.

El resultado fue el surgimiento de cánticos con el estribillo nada agradable de "¡Jerry es detestable!" y "¡La NFL es detestable!". Un hombre gritó: "Nos están tratando como prisioneros". Otro dijo, "Vinimos desde muy lejos para esto".

Este es el contratiempo más reciente para los anfitriones luego de una semana de problemas ocasionados por un clima invernal severo, que la madrugada del pasado viernes dejó una gran nevada.


Fotografía: Catherine Zeta-Jones, Michael Douglas, George W. Bush, Aston Kutcher y Demi Moore. | Efe