martes, 22 de marzo de 2011

La OMS alerta por alta radiactividad en la comida de Japón



TOKIO, 26 marzo 2011 (AFP).- Reportan progreso en lucha por evitar fusión, pero OMS está preocupada por efectos en los alimentos. Los japoneses ya no sólo tendrán que estar atentos al suelo que pisan por temor a un terremoto, al mar por si viene un tsunami y a los niveles de radiación que transporta el viento.
Ahora, también han de preocuparse por lo que escogen en el supermercado, especialmente a la hora de consumir vegetales, huevos y leche.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), el mismo organismo internacional que ha tranquilizado a la opinión pública sobre la llegada de radiactividad a lugares como Tokio, aseguró ayer que los niveles de contaminación de los alimentos afectados por el escape son "muy preocupantes" y mucho más serios de lo que se dijo inicialmente.
"Es mucho más serio de lo que pensamos días atrás, cuando creíamos que el problema estaba limitado a 20 o 30 kilómetros alrededor de la planta. Es necesario establecer la suposición de que algún agente contaminante ha salido de la zona contaminada", aseguró Peter Cordingley, portavoz de la OMS para Asia.
El Gobierno, por su parte, tranquilizó a los consumidores, al asegurar que no se permitirá la comercialización de productos que, como varias partidas de espinacas recolectadas en la provincia de Ibaraki, presentan niveles 27 veces superiores a lo permitido.
Al mismo tiempo, el Gobierno restringió la distribución de alimentos procedentes de las cuatro provincias más afectadas, un verdadero revés para los agricultores, ya de por sí castigados por la sucesión de desgracias.
Efectos a largo plazo
La preocupación se hizo palpable en los supermercados del país, algunos de los cuales todavía presentan problemas de desabastecimiento, como el de la estación de Morioka, donde todas las estanterías de comida fresca estaban vacías.
Las autoridades de Tokio instauraron un servicio telefónico para resolver las dudas de los consumidores.
Varias naciones, como Corea del Sur, Taiwán y China, han empezado a establecer restricciones y controles para la importación de productos agrícolas y agropecuarios procedentes de Japón.
"Los efectos a largo plazo sobre la tierra y los alimentos, son a veces más preocupantes que la radiactividad, porque entra en las raíces, la toman los animales, puede llegar a la leche y concentra iodina en el cuerpo".

Fotografía: AP


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