KABUL, 24 noviembre 2011 (El Mundo).- Se llama Gulnaz, es afgana y ha sido condenada a tres años de cárcel. Su delito: haber sido violada. Así es Afganistán. El mundo al revés. La víctima y no el verdugo es quien paga por el delito.
Gulnaz (Tomada del video) |
La cadena estadounidense CNN ha difundido las imágenes. Sin duda el vídeo dará mucho que hablar. Estados Unidos inició su intervención en Afganistán en el 2001 para en parte ayudar a las mujeres afganas. Al menos eso es lo que dijo entonces. En la actualidad 49 países tienen tropas desplegadas en Afganistán.
"Tenía una ropa mugrienta que usa para el trabajo, en la construcción", recuerda Gulnaz en el vídeo. "Cuando mi madre salió, él entró en mi casa y cerró las puertas y las ventanas. Yo empecé a gritar pero me hizo callar tapándome la boca con sus manos", añade. La violación ocurrió cuando la joven tenía 19 años. Como consecuencia del asalto, se quedó embarazada y ahora tiene una niña de dos años. El agresor fue el marido de su prima. Ahora Gulnaz podría librarse de la cárcel si aceptara casarse con el violador. Así de locura.
No se reconoce la violación como delito
El Código Penal afgano no reconoce la violación como un delito. En cambio, sí que considera que lo es el adulterio. Así lo establece los artículos 426 y 428. Las relaciones sexuales entre un hombre y una mujer fuera del matrimonio están castigadas con penas de cárcel 'largas', que pueden ir cinco años como mínimo a más de quince. Eso hace que a menudo sea difícil distinguir entre adulterio y violación, más aún en un país donde la palabra del hombre tiene más peso que la de la mujer y los tribunales son totalmente corruptos.
El resultado es que en la mayoría de casos, si la mujer es violada, se calla. No lo denuncia. Y si lo hace, es ella y no él quien resulta castigada. ¿Cómo demostrar que la relación fue en contra de su voluntad? La obtención de pruebas forenses es casi imposible en Afganistán. No hay personal preparado ni los equipos necesarios. Y de todas formas las relaciones sexuales forzadas son habituales en el país. La mayoría de los matrimonios son pactados y no por amor. O sea, las familias acuerdan con quien casan a sus hijos e hijas. Asimismo la educación sexual entre las mujeres es casi nula. El sexo es un tema tabú.
La difusión del vídeo de la CNN tiene lugar pocos días después de que la prensa se hiciera eco de que la Unión Europea ha prohibido la emisión de un documental realizado con fondos europeos que muestra el caso de dos mujeres encarceladas: una también por violación, y otra por huir de casa porque su marido la pegaba. El representante especial de la Unión Europea en Afganistán, Vygaudas Usackas, aseguró en declaraciones a ELMUNDO.es que la UE no está intentado censurar el vídeo, sino garantizar la seguridad de las dos mujeres presas, ya que en el documental se las identifica perfectamente. Sea como sea, lo que no cabe duda es la injusticia del sistema judicial afgano y la impunidad generalizada, a pesar de diez años de presencia de la comunidad internacional en Afganistán.