El descubridor de las momias el antropólogo Renato Dávila es el que difundió la noticia de que las momias podían ser de extraterrestres y se escudaba en dos científicos españoles y uno ruso que hasta ahora no han salido a la luz, sus identidades no han sido reveladas, por razones que no ha dicho las momias estuvieron en el anonimato por dos años.
El cráneo de las momias tiene una deformación inusual de forma triangular, y miden solo 50 cm, pero esto no quiere decir que sean seres de otras galaxias, según los expertos que han desmentido al señor Dávila la deformidad del cráneo se debe a un antiguo ritual prehispánico en el que se les vendaba la cabeza a los niños pertenecientes a la nobleza con el fin de alargarle la cabeza, estos cuerpos pertenecen a infantes prehispánicos de 3 0 4 años de edad.
En el Museo Arqueológico de Lima y el Museo de Ica se encuentran momias con la misma característica de la deformidad en el cráneo, pero esta costumbre también se encuentra en África y Egipto donde se cree que practicaban el mismo ritual, esto debido a los hallazgos de cuerpos con el cráneo alargado.
Lo que sí es cierto que la avalancha de visitantes que van a ver a las momias seguirá creciendo mientras la noticia se sigue esparciendo en los medios.
Restos óseos pertenecen a dos niños y no a extraterrestres, aclaran
LIMA, 30 noviembre 2011 (La República).- Las osamentas halladas en Andahuaylillas pertenecen a dos niños de entre cero y 3 años de edad, y no de "seres extraterrestres", como había señalado el arqueólogo Renato Dávila.
Los restos óseos del museo privado Ritos Andinos, en el distrito de Andahuaylillas, Cusco, corresponden a dos infantes de la época prehispánica sometidos a procesos de deformación craneana, lo que desmiente al antropólogo Renato Dávila, quien había señalado que las momias correspondían a "seres extraterrestres", aunque luego se desdijo.
El cráneo -según dijo la experta- presenta deformación de tipo anular y se puede apreciar huellas de las almohadillas deformadoras en el hueso frontal y occipital, así como las marcas dejadas por bandas deformadoras en los parietales.
Asimismo, la especialista explicó que, a consecuencia de la deformación craneana, lascavidades orbitales se agrandaron y aún se aprecia parte del globo ocular en la órbita derecha. El infante habría muerto a los tres o cuatro años.
Respecto a las suturas craneales, señaló que están en proceso de cerrarse, incluyendo la fontanela, proceso ocurre durante la infancia aunque puede durar más tiempo dependiendo de muchos factores.
Según un diario local, con relación a la segunda osamenta, corresponde a un bebé de cero a un año y tiene el cráneo incompleto, ya que solo se encontraron los huesos parietales y occipitales articulados a la parte posterior del cráneo.
El arqueólogo Domingo Farfán explicó que las deformaciones craneanas prehispánicas se realizaban con pequeñas tablas, moldes y cintos en la cabeza de los menores de tres años en distintos pueblos del Tahuantinsuyo como un indicador de posición social o como una marca de tipo religioso.
Fotos: Diferentes medios y agencias.
