CIUDAD DE MÉXICO, 20 enero 2020 (Pijama Surf).- Como ya es muy bien sabido, el tercer lunes de enero es el día más triste del año. La fórmula para darle a este día dicho título fue parte de un encargo de una agencia de viajes al psicólogo británico Cliff Arnall. Esta ecuación establece una relación entre varios factores como las condiciones climáticas, el nivel de deuda (la diferencia entre la deuda acumulada y la capacidad para pagarla), el tiempo transcurrido desde Navidad, el tiempo en el que fracasa el cumplimiento de nuestros propósitos de año nuevo, los bajos niveles de motivación y el sentimiento de necesidad de tomar acción para mitigar los efectos de estos factores en nuestras vidas.
Como resultado, se tendría entonces el día en que el ánimo personal y colectivo se encuentra en su punto más bajo.
No es nada nuevo que, para mucha gente, recuperarse de las vacaciones navideñas y los gastos y comenzar un nuevo año es una tarea pesada. Sin embargo, las recientes críticas a esta fórmula apuntan a que la ecuación es pseudocientífica, pues para los matemáticos más serios no tiene sentido.
Por otra parte, Dean Burnett, doctor en neurociencias del Departamento de Medicina Psicológica y Neurociencias Clínicas de la Universidad de Cardiff, cataloga el Blue Monday como una farsa, ya que esta fecha parece afirmar que la depresión es un tema menor, que es sólo temporal, y en este caso, que sólo se sufre un día en específico. Para él, asegurar que existe el día más triste del año no tiene ningún sentido, pues eso significaría que los mismos factores afectan a todas las personas del mismo modo y que esto los llevaría a sentirse tristes al mismo tiempo.
Más allá de las diferentes perspectivas, el "lunes triste" es un excelente pretexto no sólo para reflexionar sobre lo que nos causa tristeza, sino también para no dejar que una tendencia casi global nos predestine a qué sentir y cuándo sentirlo.
Años después de su invento, Cliff Arnall se retractó de todas sus declaraciones en torno al Blue Monday, y en 2016 formó parte de una campaña para acabar con el mismo a través del hashtag en redes sociales #StopBlueMonday.
Fotografía: Instagram