Familiares dijeron que David Kime "vivió de acuerdo con sus propias reglas", así que fue apropiado que su viaje al cementerio fuese como quería.
El coche fúnebre que llevaba el cadáver de Kime, de 88 años, encabezó su procesión el sábado por el servicio en auto del Burger King, para una última hamburguesa.
El diario The York Daily Record (http://bit.ly/VCIZJw ) reportó que una hamburguesa fue colocada encima de su féretro en el cementerio.
Su hija Linda Phiel dijo que fue una forma alegre de honrar a su padre y las cosas que le causaron gozo.
La gerente del restaurante Margaret Hess y sus empleados prepararon 40 hamburguesas para la procesión funeraria. Hess dijo que Kime fue un usuario leal "hasta el final".