KABUL, 22 enero 2013 (AFP).- Los talibanes creen que el príncipe Enrique debe tener «un problema mental», después de las declaraciones del nieto de la Reina Isabel, que aseguró haber disparado contra los insurgentes durante su reciente misión como piloto en Afganistán, y comparó sus ejercicios de tiro desde el helicóptero con un videojuego.
«Hay 49 países que a pesar de su potente armamento no consiguen derrotar a los muyaidines y ahora llega el príncipe y compara esta guerra con sus juegos, su PlayStation o como le llame»portavoz de los insurgentes Zabiullah Mujahid
El Ministerio británico de Defensa anunció ayer que el joven, de 28 años y tercero en la línea de sucesión al trono, ya había abandonado Afganistán tras 20 semanas de formación en el país.
La agencia británica Press Association (PA) había entrevistado al príncipe Enrique durante su estancia en el país asiático, pero no había hecho públicas sus respuestas por cuestiones de seguridad hasta ayer. Preguntado por su papel de copiloto de un helicóptero de guerra, el joven hablo de «felicidad» por ser «una de esas personas a las que les encanta jugar a la PlayStation y a la Xbox». «Así que me gusta pensar que soy bastante útil con los pulgares», explicó tras admitir haber disparado a los insurgentes.
«Es una guerra seria, una guerra histórica, de resistencia para nosotros y nuestro pueblo», añadió el portavoz de los talibanes, que dijo no se toman «muy en serio» los comentarios del príncipe: «Todos hemos visto y oído que, al volver de Afganistán, muchos soldados extranjeros, ocupantes, sufren problemas mentales».