viernes, 12 de julio de 2013

Denuncian robo de 407 obras de Picasso

PARÍS, 12 julio (EFE).- París— Catherine Huntin-Blay, hija de Jacqueline Picasso, asegura que durante los últimos años le robaron 407 obras de Pablo Picasso, las cuales son dibujos, litografías y catálogos realizados por el pintor español.


La hijastra de Picasso, de 65 años, contó al diario Le Parisien que en 2011 advirtió la desaparición de algunas de las piezas que le había heredado su madre, en el momento en que una galería puso a la venta unos dibujos que, alertada por la Picasso Administration, comprobó que eran suyos. Esta entidad, con sede en París, gestiona los derechos de los herederos del artista español.

La investigación de la desaparición de las obras de la hija de la última mujer de Picasso comenzó hace dos años y con ésta se conoce ahora sobre la manera en la que una “trama bien organizada”, como la denomina el periódico parisino, se hizo con cientos de obras del artista a lo largo de varios años.

“Quise verificar si tenía las obras, archivadas en sus clasificadores, en papel no ácido: ¡ya no estaban! Eso desencadenó el resto”, explica esta mujer de 65 años que desde 2010 exhibe al público en su castillo de Vauvenargues (sureste), parte de su colección de piezas de Picasso.

Hutin-Blay cree que los robos se cometieron entre 2005 y 2007 y que cuando lo descubrió, hace dos años, sospechó “de todo el mundo”.

Según la publicación —que revela el caso en su semanario distribuido ayer— también ha sido víctima de robo de obras de Picasso Sylvie Baltazart-Eon, de 58 años, hija de Aimé Maeght, comerciante de arte malagueño, y que vive en una casa vecina a la de Hutin-Blay.

Le Parisien revela que Freddy Munchenbach, un “hombre de confianza” que hacía trabajos sin precisar en el domicilio de Baltazart-Eon y luego en el de su vecina, es el sospechoso de haberse hecho con más de 600 obras en total propiedad de las dos mujeres.

Munchenbach las pasaba a Toni Celano, un litógrafo detenido en Italia en enero pasado, que pudo haber sido quien compró las obras robadas para revenderlas a la galería parisina Belle et Belle; en la trama también interviene un tal Richard P., electricista y amigo de Munchenbach, que enmarcó y exhibió en su casa litografías originales de Miró y Francis Bacon.

En total, según cuenta Le Parisien, pudieron ser robadas a ambas mujeres 265 estampas de Joan Miró, Kandinsky, Antoni Tàpies, además de esculturas de Giacometti y Eduardo Chillida.

A ese botín pertenecen los 407 dibujos y catálogos de Picasso que forman parte de la colección de la hija de Jacqueline Picasso; todas las obras robadas podrían alcanzar un valor de entre 1 y 2 millones de euros (entre 1,3 y 2,6 millones de dólares).

Hutin-Blay confiesa a la publicación que hasta el momento ha podido recuperar 22 obras y que la investigación continúa: “No estoy al tanto de todo. Los agentes de la brigada contra el robo son encantadores y saben mucho de arte. Tengo suerte de que se fotografió todo antes del robo”.