"Por lo general, el maltrato infantil no refleja 'tendencias sádicas', sino que es resultado de padres sobrepasados", señaló Kai Wegner, diputado de la Unión Cristianodemócrata (CDU) y secretario general del partido en Berlín, en el diario berlinés "B.Z."
Wegner exigió por eso instaurar un "permiso de paternidad", similar al que hace falta para poder conducir un coche. La propuesta incluye cursos obligatorios que preparen a los futuros progenitores para las tareas que afrontarán.
Los padres y madres podrían conversar además sobre los problemas que presente la paternidad durante los controles de prevención que llevan a cabo médicos y asistentes sociales en Alemania.
Quien no supiera responder preguntas básicas -qué hacer cuando el bebé llora o cómo alimentarlo bien- recibiría instrucciones de los expertos durante esas revisiones, precisó Wegner.
La inusual idea desató de inmediato una controversia y fue rechazada de plano por los socialdemócratas del SPD, socios de la CDU en el Gobierno de coalición que preside Merkel.
"El 'permiso de paternidad' disminuirá la disposición a aceptar controles preventivos. Es algo que debe seguir siendo voluntario", declaró al diario el diputado socialdemócrata Björn Eggert.
La discusión refleja los preocupantes índice de violencia y abusos que sufren los niños en la primera potencia europea, donde se suceden noticias escalofriantes sobre niños o bebés golpeados o asesinados por sus padres.
Un libro reciente titulado "Alemania maltrata a sus niños" reavivó la polémica al asegurar que hay unos 200.000 casos de maltrato y abusos cada año en el país. El texto denuncia un "fracaso sistemático" del sistema sanitario alemán para impedir esa lacra.
"Las personas más peligrosas para un niño son sus padres", advirtió en una entrevista Michael Tsokos, profesor de la prestigiosa clínica universitaria Charité y coautor del libro junto con la doctora Saskia Guddat.
Wegner exigió por eso instaurar un "permiso de paternidad", similar al que hace falta para poder conducir un coche. La propuesta incluye cursos obligatorios que preparen a los futuros progenitores para las tareas que afrontarán.
Los padres y madres podrían conversar además sobre los problemas que presente la paternidad durante los controles de prevención que llevan a cabo médicos y asistentes sociales en Alemania.
Los socialdemocrátas rechazan la medida
Quien no supiera responder preguntas básicas -qué hacer cuando el bebé llora o cómo alimentarlo bien- recibiría instrucciones de los expertos durante esas revisiones, precisó Wegner.
La inusual idea desató de inmediato una controversia y fue rechazada de plano por los socialdemócratas del SPD, socios de la CDU en el Gobierno de coalición que preside Merkel.
"El 'permiso de paternidad' disminuirá la disposición a aceptar controles preventivos. Es algo que debe seguir siendo voluntario", declaró al diario el diputado socialdemócrata Björn Eggert.
La discusión refleja los preocupantes índice de violencia y abusos que sufren los niños en la primera potencia europea, donde se suceden noticias escalofriantes sobre niños o bebés golpeados o asesinados por sus padres.
Un libro reciente titulado "Alemania maltrata a sus niños" reavivó la polémica al asegurar que hay unos 200.000 casos de maltrato y abusos cada año en el país. El texto denuncia un "fracaso sistemático" del sistema sanitario alemán para impedir esa lacra.
"Las personas más peligrosas para un niño son sus padres", advirtió en una entrevista Michael Tsokos, profesor de la prestigiosa clínica universitaria Charité y coautor del libro junto con la doctora Saskia Guddat.