MADRID, 1 octubre 2018 (Vanguardia).- Hoy se celebra el Día Internacional del Café, esa deliciosa y energética “pócima” que a muchos resulta imprescindible para despertar por las mañanas. Aunque en nuestro país todavía son demasiado habituales los malos cafés en los bares de barrio, cada vez tenemos más cultura cafetera y apreciamos más los cafés de temporada, de fincas escogidas, tostados de forma artesana y bien tratados, los llamados cafés de tercera generación. Y con la explosión de esa cultura cafetera, también se ha multiplicado la oferta de tipos de cafés en los establecimientos especializados (podéis consultar aquí el mapa de los mejores cafés de España que publicamos en Comer).
Latte, macchiato, expreso, capuchino… Ante las pizarras con el listado de opciones quedamos atónitos y en ocasiones, no sabemos distinguir qué diferencia hay entre unos y otros. ¿Es lo mismo un cortado que un macchiato, por ejemplo? Aclaramos conceptos con la ayuda de Salvador Sans, tercera generación de una familia de cafeteros, propietario de Cafés El Magnífico y fundador del Fórum Cultural del Café, una auténtica eminencia en cuestiones cafeteras.
Café Expreso
El más común de todos los cafés que podemos llegar a pedir en la barra de un bar. “Uno solo” es una de las expresiones que lo denominan, aunque es más exacto llamarlo expreso. Se trata de un café extractado en máquina expreso, de habitualmente unos 30 mililitros. Se define por su sabor y textura concentrados.
Café‘Ristretto’
Aunque podamos pensar que es lo mismo que el solo o expreso, si encontramos las dos versiones en una cafetería debemos diferenciarlos. En este caso se trata de café extractado en máquina expreso habitualmente de menos de 30 mililitros y con una dosis de café diferente.
Café Largo
Los amantes del café de máquina expreso, a veces lo prefieren un poco más largo. Un “largo” es un café extractado en máquina expreso, de más de 30 mililitros, añadiendo agua caliente limpia a un expreso. No se trata, como hacen muchos establecimientos, de darle más rato al botón de extracción de agua –y por lo tanto que pase más agua por la dosis de café-. Como decíamos, se trata de añadir agua caliente al expreso. Si el agua debe ponerse en la taza antes o después que el café es una cuestión que genera debate entre los profesionales.
Café Americano
Café preparado con una máquina de filtro, similar a la melitta, moccamaster… En algunos establecimientos también llaman americano a lo que hemos definido como largo: expreso con agua caliente limpia. Se puede entender que el americano lleva todavía más agua que el largo, es decir, sería un café largo muy largo.
Café Cortado
Es otro de los más populares en desayunos y sobremesas, pero también a media mañana. En cada cafetería lo preparan con unos pequeños detalles u otros y hay quien lo prefiere más largo o corto de café. Pero su definición “profesional” por así decirlo, seria una base expreso a la que añadimos la misma cantidad de leche vaporizada (es decir calentada con ese vapor de las cafeteras que le aporta cremosidad).
Café ‘Macchiato’
Aunque podamos confundirlo con el cortado, no es lo mismo: varía la cantidad de leche. En este caso se trata de dar solo un toque de leche vaporizada a una base de expreso, “manchar” el café, como indica su nombre de origen italiano.
Café con leche
Hay quien lo entiende como un cortado, pero más grande. En una base expreso se le añade leche vaporizada con crema fina o sin crema desde 125 mililitros hasta 350 en las preparaciones más anglosajonas.
Café ‘Latte’ o ‘latte machiato’
Este es parecido al café con leche, pero con más proporción de leche y menos de café, aunque académicamente el con leche puede llegar a ser más grande que el latte. Se trata de la base de expreso reducida, con leche vaporizada con crema fina o sin crema, en una cantidad que va de los 125 a los 250 mililitros.
Café Capuchino
A una base de expreso se le añade leche vaporizada con crema sedosa y más consistente de 125ml hasta 350 en las preparaciones más anglosajonas. Además, habitualmente el capuchino se sirve con cacao espolvoreado por encima (aunque es opcional).
Café ‘Frappé’
En verano nos gusta pedir café con hielo, pero otra opción más sibarita es el café frappé, café con hielo cubierto de espuma. Dice la leyenda que su origen reside en Grecia, donde se inventó en la década de los 50, por casualidad. Un trabajador de la feria de comercio de Tesalónica no encontraba agua caliente para prepararse un café y usó una coctelera para hacerse un café con agua fría.
“Frappé” es un término francés que significa agitado o helado. Así que, simplemente es el café, con leche y hielo, bien agitado. Aunque admite que se le añada nata, siropes, etc. La creatividad de cada establecimiento entra en juego.
Café ‘Cold brew’
Y si sois muy fans del café seguramente ya habéis descubierto que en los últimos tiempos abundan, en las cafeterías de especialidad, los llamados “cold brews”.
Se trata de una preparación de café en frío o temperatura ambiente de larga maceración durante de 6 a 24 horas (dependiendo de la intensidad deseada y de la temperatura). Es ideal para el verano y para combinar con coctelería, bebidas gaseosas y tiramisú.