sábado, 2 de mayo de 2009

Conmoción en Holanda por el ataque al desfile real

Continuación de la nota: Cinco muertos en un atropello ante la familia real holandesa, publicada el 29 de abril de 2009



APELDOORN, 1 mayo 2009 (Reuters).- El holandés que atropelló con su coche a la multitud asistente a las celebraciones del Día de la Reina en Holanda, causando la muerte de seis personas, murió el viernes, dejando un país estupefacto y preguntándose qué le llevó a intentar atacar a la familia real.

Un policía que resultó alcanzado por el vehículo murió el viernes de sus heridas, llevando el balance de víctimas mortales a seis. Además hay ocho personas aún en el hospital, una de ellas una mujer en estado crítico.
Varias personas dejaron ramos de flores junto al monumento contra el que terminó estrellándose el coche en el centro de Apeldoorn, a unos 90 km al este de Ámsterdam, tras atropellar a los espectadores y fallar en el intento de alcanzar el autobús en el que viajaban la reina Beatriz y su familia.
En un día en el que los holandeses normalmente se recuperan de la resaca por las celebraciones de la fiesta nacional, las banderas ondeaban a media asta y la gente firmaba en un libro de condolencias, preguntándose cuándo la fecha volverá a ser una fiesta.
"El naranja soleado está teñido de negro", dijo el titular de un diario, refiriéndose al color que representa a Países Bajos y que todos llevan en el Día de la Reina.
"¿Es este el final de una tradición?", preguntaba otro junto a las fotos de las víctimas.
El fiscal general del estado dijo que el hombre de 38 años, identificado por medios locales como Karst Tates, murió el viernes hacia las 01:00 GMT. Estaba acusado de intento de ataque contra la Familia Real y había dicho a la policía que su acción fue deliberada contra ellos.
SIN MOTIVOS
El motivo del ataque no está claro. La policía no ha encontrado armas ni explosivos en el registro de su casa, y no hay indicaciones de que hubiera otros implicados.
Según el fiscal, procedía de Huissen, una pequeña localidad a unos 40 kilómetros al sur de Apeldoorn. Según medios, se trataba de un hombre poco hablador y retraído que vivía solo. Había perdido su trabajo en una empresa de seguridad y se iba a mudar, publicó el diario AD.
Las autoridades planean una investigación sobre las medidas de seguridad que rodnean al desfile, dijeron el viernes los ministerior de Justicia e Interior.
The Trouw describió el incidente como un posible acto de desesperación, mientras otros medios lo interpretaron como un ataque contra la unidad de una nación compuesta por varios grupos religiosos y políticos.
"El Día de la Reina es un día sobresaliente en el que unos Países Bajos profundamente divididos celebran el hecho de que también conocen la unidad", dijo Rijk Timmer en el diario Het Financieele Dagblad. "Un ataque en este día golpea los cimientos de nuestra sociedad".
La reina Beatriz iba con la princesa Máxima, mujer del heredero Guillermo-Alejandro, y sus hijos en un autobús descubierto que se dirigía a un palacio en Apeldoorn como parte de las festividades. La familia real holandesa visita una localidad en este día, una importante celebración en todo el país en la que los ciudadanos salen a las calles vestidos de naranja.
El Día de la Reina celebra el cumpleaños del monarca, en este caso de la madre de la actual reina, que nació en enero.