MOSCÚ, 2 mayo 2009 (BBC).- Un plan para remplazar los uniformes militares de la era soviética con piezas diseñadas por un modisto de fama internacional ha sido cancelado por falta de dinero.
La iniciativa de sustituir la antigua indumentaria por uniformes diseñados por Valentin Yudashkin fue respaldada por el primer ministro Vladimir Putin.
Sin embargo, ahora sólo hay suficientes recursos para pagar los uniformes de los soldados que participarán en el próximo desfile del Día de la Victoria.
Todo apunta a que los demás deberán continuar usando los uniformes verde oliva que Rusia heredó de la Unión Soviética.
Otro estilo
El viernes, el senador Viktor Ozerov, presidente del comité de Defensa y Seguridad del Consejo de la Federación Rusa le dijo a la estación de radio Ekho Moskvy que el ejército sabe en qué tiene que gastar el dinero y que los nuevos uniformes no son la prioridad."Pienso que los uniformes que los soldados de las Fuerzas Armadas visten hacen posible distinguirlos de los civiles", indicó.
Los nuevos diseños se basaron en los uniformes de la Rusia imperial, con énfasis en el rojo y el azul y en adornos dorados para los desfiles.
Son menos desaliñados que los abrigos grandes que todavía usan.
Putin es un admirador de la propuesta de Yudashkin y, como presidente, participó del plan.
Signo de interrogación
El informe que demuestra que los nuevos uniformes son víctimas de la crisis económica que vive Rusia, también sugiere que las dificultades financieras son mayores de las que públicamente el gobierno ha reconocido. El presupuesto ruso en defensa ha crecido rápidamente en los últimos años.
Antes de la crisis financiera global, el gobierno ruso había planeado gastar más de US$100.000 millones en proyectos de modernización y para adquirir nuevo armamento.
La idea era abandonar un ineficiente y muchas veces no bien entrenado ejército para enfocarse en tecnología de punta, en aviación militar y en la estrategia rusa para crear unidades de cohetes nucleares.
Ahora se coloca un signo de interrogación en el proyecto, especialmente tras los anuncios de recortes de personal en las Fuerzas Armadas.
Existe incertidumbre sobre si Rusia puede alcanzar la profesionalización total de su ejército, que era uno de los objetivos de la radical reforma.
Los sueldos y las condiciones todavía no son lo suficientemente atractivos como para atraer a más hombres y mientras Rusia siga viéndose afectada por la crisis económica, será difícil cambiar esta situación.