Washington, 11 septiembre 2008 (EFE).- La psicosis que se vive en Estados Unidos por la seguridad ciudadana ha llevado a una maestra a sancionar con dos días de expulsión a un niño de diez años, cuyo "delito" fue utilizar un sacapuntas roto.
El niño, alumno de cuarto de primaria de la International Baccalaureate Elementary School, en la localidad de Hilton Head Island, en el estado de Carolina del Sur, se ha visto envuelto en un sorprendente caso del que dan cuenta hoy los diarios locales.
El problema fue que el sacapuntas de plástico estaba roto y la cuchilla para afilar los lápices estaba un poco suelta, pero el niño decidió usarlo de todas formas.
La maestra detectó que el pequeño tenía lo que parecía ser una cuchilla durante la clase, con lo que decidió tomar medidas.
El menor, considerado un buen estudiante y de buen comportamiento, fue convocado de inmediato a una reunión con su madre, un representante policial y el subdirector de la escuela.
Era "obvio" que la cuchilla era como el metal que se inserta en los sacapuntas de plástico de uso escolar, reconoció el portavoz policial del condado de Beaufort en un comunicado. Aseguró que el niño no tenía ninguna intención criminal, pero aun así ha sido expulsado de la escuela durante dos días y puede recibir algún otro castigo.
El portavoz del distrito escolar, Randy Wall, explicó al diario local Island Packet, que la administración de la escuela tiene una política de "tolerancia cero" con las amas en la escuela y está muy concienciada con este asunto.
"Vamos a hacer siempre lo que sea necesario para aseguraros de que el niño entienda la seriedad de llevar cualquier potencial arma que pueda hacer daño a otro estudiante, pero vamos a ser razonables".