BUENOS AIRES, 1 octubre 2008 (EFE).- Actividades consideradas hasta ahora propias de mujeres en Argentina, como la depilación, la manicura, el maquillaje o los tratamientos faciales, han sido adoptadas por los "Hombres E", argentinos que se preocupan de su aspecto físico y disfrutan cuidándose más allá del tradicional gimnasio.
Esta nueva generación de hombre preocupado por la estética, que se inmiscuye en el que históricamente ha sido el terreno femenino del cuidado personal, desbanca a los 'metrosexuales' y representa un estilo "exquisito y exigente" de varón que dedica una media de 46 minutos diarios a su estética personal.
Así lo afirma un estudio encargado por una conocida marca de cosméticos y publicado hoy por diarios argentinos, que establece en un 70 por ciento los argentinos de entre 25 y 55 años que "podrían" incluirse en la categoría "E" de hombres a los que les gusta mimarse.
"Se definen como apasionados, perseverantes, y muy definidos en sus deseos", asegura la investigación, que añade que los hombres "E" "son prolijos, meticulosos, detallistas, elegantes y vanguardistas, valoran la rutina del placer y adoptan el cuidado personal como una decisión orientada tanto al cuidado de la salud como a la estética".
Parece que llegan, desde las clases media y alta, dispuestos a todo y desde hace ya algún tiempo han desbancado a las mujeres como reinas de las tiendas de maquillaje, perfumería y cosmética.
Según datos del sector, desde 2004 la venta de productos de cuidado personal masculino crece a un ritmo anual promedio del 25 por ciento, muy superior a la de cosméticos femeninos, un sector mucho más estabilizado desde hace años.
El hombre "E" compite con su mujer o sus amigas por estar a la última en moda y asume los sacrificios de ponerse guapo: dolorosas depilaciones, incómodas sesiones de rayos láser, dietas, exfoliaciones o peluquería dos veces al mes son actividades incorporadas en su agenda cotidiana.
Pero les merece la pena, porque el placer de sentirse bello no es sólo propiedad femenina, los hombres "E" disfrutan de ponerse a punto y según el estudio "viven con entera libertad su intención de cuidarse".
Y no se conforman con cruzar las puertas de peluquerías o tiendas de cosméticos: en Argentina, un país donde la cirugía estética es casi un deporte nacional, tres de cada diez personas que pasan por el quirófano para verse más guapos ya son hombres.
Tampoco le tienen miedo al 'qué dirán' y aseguran, según la investigación, que el cuidado estético es ya un tema de conversación entre los hombres casi equiparable al fútbol, el trabajo o las mujeres.
"Hablar de cosmética masculina es hoy lo que hace diez años era hablar de vinos especiales; se trata de un saber que da prestigio y al no ser todavía algo masivo quien lo detenta se coloca en un escenario de valorada exclusividad y sofisticación", sostiene el estudio.
Incluso se han atrevido a dejar atrás los consejos de las siempre requeridas novias, madres o hermanas a la hora de ponerse guapos y el hombre "E" toma ya sus propias decisiones cosméticas sin necesidad de que una mujer avale o legitime sus elecciones.