Londres, 28 dic (EFE).- El príncipe Eduardo de Inglaterra se ha topado con los grupos defensores de los derechos de los animales, que le han criticado tras difundirse fotos en la que el hijo menor de la reina Isabel II aparece golpeando supuestamente a un perro.
Varias imágenes publicadas hoy por la prensa británica muestran a Eduardo, de 44 años y conde de Wessex, con ropa de caza, una escopeta bajo el brazo y un palo que agita cerca de la cabeza de un perro enzarzado en una pelea con otro can.
Al parecer, los animales se disputaban un faisán muerto durante una cacería en la finca de Sandringham (sureste de Inglaterra), donde la Familia Real pasa tradicionalmente la Navidad.
Según la prensa de este país, también participaron en la partida de caza el duque de Edimburgo, marido de Isabel II; su segundo hijo, el príncipe Andrés, duque de York; y el príncipe Guillermo, hijo mayor de Carlos de Inglaterra, heredero al trono.
Barry Hugill, portavoz de la liga Contra los Deportes Crueles, afirmó que Eduardo ha dado un "ejemplo horrible", mientras que Andrew Tyler, director del grupo Ayuda Animal, dijo que "es un delito causar sufrimiento a un animal de forma innecesaria".
"Golpear a un perro es un acto patético, cobarde y despiadado. Parece que él (Eduardo) tenía una rabieta real", añadió Tyler.
Desde el Palacio de Buckingham, residencia oficial de Isabel II en Londres, un portavoz señaló que "no se ha establecido" que el príncipe agrediera al can, aunque "las fotos lo enseñan agitando una vara".
"No podemos confirmar, sin embargo, si golpeó al perro", agregó el portavoz paladino.
No es la primera vez que la Familia Real británica desata las iras de los grupos defensores de los animales, ya que la propia Reina fue fotografiada hace ocho años en Sandringham retorciéndole el pescuezo a un faisán.
El pasado año, la Policía interrogó al príncipe Enrique, hermano de Guillermo, en relación con la caza de dos aguiluchos pálidos, una especie protegida en el Reino Unido.